Las olas de liquidez que inundan los principales mercados y la debilidad de la economía mexicana comienzan a imponerse cada vez más a los integrantes más estrictos de la Junta de Gobierno de Banco de México (Banxico).
En su última reunión de política monetaria, los cinco miembros de la Junta coincidieron en que, ante las menores presiones inflacionarias y la desaceleración económica global, se ha fortalecido la expectativa de que los bancos centrales de las principales economías seguirán una postura monetaria más acomodaticia, de acuerdo con las minutas que se publicaron el jueves.
El subgobernador Gerardo Esquivel, quien votó por reducir la tasa de interés referencial en 25 puntos base, recalcó este punto al decir que el anunciado relajamiento de la política monetaria de los países avanzados y la notable desaceleración económica en México abren un espacio para bajar la tasa sin poner en riesgo ni comprometer el mandato de Banco de México.
En el documento se aprecia un menor consenso respecto a la convicción de que la postura monetaria actual sea la más adecuada dado el contexto económico actual, en el que prevalece un escenario de desaceleración y menores presiones inflacionarias
escribieron economistas de Monex.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo esta semana en su comparecencia ante el Congreso que los riesgos para la economía de Estados Unidos han aumentado, mientras que las presiones inflacionarias son bajas por lo que “actuaríamos según corresponda para sostener la expansión”.
De esta manera, los participantes de los mercados esperan un recorte en la tasa de la Fed para la reunión de finales de julio.
Adicionalmente, la minuta del Banco Central Europeo de la reunión de junio dejó ver que los miembros acordaron la necesidad de estar preparados para brindar más estímulos a la economía de la zona euro en un contexto de mayor incertidumbre.
Esquivel, el subgobernador rebelde, también dijo que la inflación acumulada al primer semestre del año fluctuará alrededor de 0.30% y será la segunda cifra más baja en lo que va del siglo. Además, los datos anualizados, tanto de la inflación general como de la subyacente, se han visto influidos por los aumentos de los energéticos en el segundo semestre de 2018.
No obstante, espera que lo anterior comience a disiparse en la segunda mitad del año, “por lo que estimo que la inflación a diciembre de 2019 estará muy cerca o incluso por debajo de 3.4%, es decir, en línea con los pronósticos de los informes trimestrales (de Banxico) del año pasado”.
Respecto al crecimiento económico, la Junta de Gobierno coincidió en que la debilidad reciente ha sido mayor a la esperada y dijeron que la holgura económica en el país podría aumentar aún más en los próximos trimestres.
Un miembro comentó que las tasas de crecimiento de los últimos dos trimestres, y los resultados del Sistema de Indicadores Compuestos Coincidente y Adelantado (SICCA) ya sugieren la posibilidad de una ligera recesión.
La economía mexicana se desacelera cada vez más, lo que hace prever que la inflación bajará más rápido por caída de la demanda. La puntilla para Banco de México será la baja de tasas de la Fed el 31 de julio
dijo SIF ICAP en un reporte.