La Organización Mundial de Comercio (OMC) necesita instaurar un “nuevo optimismo” para salir de la parálisis en la que se encuentra y hacer frente al marasmo económico causado por la pandemia de COVID-19, afirmó Jesús Seade.

Ha habido una pérdida total de confianza, una pérdida importante de diálogo,

admite en entrevista con la AFP Seade.

La OMC atraviesa una crisis profunda desde hace meses con la negativa de la administración de Donald Trump de renovar las vacantes en el órgano de resolución de disputas comerciales, en protesta por un trato que considera “injusto”.

A esto se añaden las crecientes tensiones comerciales entre las dos principales potencias globales, Estados Unidos y China, y el delicado contexto sanitario, que tiene al mundo sumido en la peor crisis desde la Gran Depresión y derrumbados los intercambios.

Según las estadísticas de la OMC, el volumen del comercio de mercancías se redujo a un ritmo del 3% anual en el primer trimestre.

Las estimaciones iniciales para el segundo trimestre, durante el cual el virus y las medidas de confinamiento afectaron a gran parte de la población mundial, apuntan a una reducción anual de 18.5%, aproximadamente.

Para que el periodo de reapertura poscovid sea armonioso, Seade, un experimentado negociador comercial de 73 años, llama a que la OMC juegue un papel activo a través de un “sistema de notificaciones” proactivo.

En concreto, explica a la AFP, necesitamos “saber qué sectores están cerrados, qué sectores se van a abrir y en qué fecha, cómo está la trayectoria del reinicio de actividades hacia futuros. Con eso, los productores, los compradores y los vendedores podrán saber dónde están los puntos de descoordinación”.

Mi temor es que la reapertura, en ausencia de un esfuerzo central, sea desordenada. No sabemos cuándo llegará esta reapertura, puede ser unos meses o años, pero cuando llegue debe haber un apoyo de la OMC para que sea lo más armoniosa posible,

valora Seade.

El doctor en economía es el único latinoamericano entre los ocho candidatos en la carrera por el puesto de director general de la institución con sede en Ginebra.

¿Una ventaja? No necesariamente, sobre todo si se toma en cuenta la famosa regla tácita de rotación geográfica.

Seade puede llegar a la OMC, pero la percepción sobre AMLO complica el camino.

El reglamento prevé que si en la selección final los países tienen que elegir entre candidatos con méritos similares, deberán tener en cuenta “la conveniencia de reflejar la diversidad de los miembros de la OMC en los nombramientos sucesivos al cargo de director general”.

A continuación extractos de la entrevista:

–  ¿Qué opina de esta regla tácita?

Es algo que alegan los que quieren usar ese argumento a su favor. La realidad es que no hay esa regla. Europa tuvo dos directores consecutivos. Por otra parte yo soy latinoamericano tanto como soy norteamericano, soy también libanés, soy de la OCDE, del APEC. Pero más importante que todo eso, yo no me presento bajo el pasaporte de una región o de otra, yo creo que tenemos que buscar al candidato idóneo para una OMC en crisis, no es el momento de estar mirando ese tipo de argumentación política.

– ¿Qué cualidades, a su juicio, lo hacen un buen candidato?

La primera es mi capacidad demostrada de lograr negociaciones duras del más alto nivel y lograr resultados. Soy el único candidato que fue negociador de la creación de la OMC y ahora mismo acabo de ser negociador del nuevo tratado de México con Estados Unidos y Canadá (el T-MEC). Y la segunda es mi conocimiento profundo de los temas de la OMC, fue director general adjunto en la década de los 1990.

La OMC no está para curvas de aprendizaje, necesitamos alguien que llegue superlisto a sacar el asunto hacia adelante.

– ¿Cuál sería su prioridad si llega al cargo?

Reiniciar negociaciones en serio para obtener resultados en los primeros 100 días, resolver el problema gravísimo que tenemos con el órgano de negociación y empezar a trabajar con los miembros en cambiar la imagen de la OMC, en crear un nuevo optimismo, un nuevo sentir del público y de los gobiernos de que la OMC cuenta, que está saliendo del marasmo en el que se encuentra”.

Entre el 9 y el 30 de julio, Jesús Seade visitó la ciudad de Ginebra, en Suiza, sede de la organización; Berlín, Alemania, y París, Francia.

La Secretaría de Relaciones Exteriores indicó, mediante un comunicado, que en los tres países Seade sostuvo encuentros con varios embajadores de los países miembros de la OMC, empresarios, diplomáticos, funcionarios públicos de alto nivel y medios de comunicación de todo el mundo.