La Organización Mundial del Comercio (OMC) necesita un líder fuerte al frente para retomar urgentemente las negociaciones demoradas y actualizar las reglas del comercio global al siglo XXI, dijo Jesús Seade Kuri, candidato para liderar el organismo.
Dijo que de ser electo como el nuevo director general aplicaría décadas de experiencia como negociador comercial para atacar añejos estancamientos en temas como el comercio electrónico y el agotamiento de los océanos por la pesca intensiva.
Creo que la gente está de acuerdo en que necesitamos una personalidad contundente (para abordar los cuellos de botella),
dijo Seade a Reuters en una entrevista la semana pasada.
Seade Kuri aseguró que tiene ideas para reparar el mecanismo de resolución de disputas de la OMC, bloqueado por Estados Unidos.
Agregó que sería respetuoso de la naturaleza del grupo, pero que presionaría a los países para que resuelvan las diferencias, en contraste con la moderación que, en un extremo, dijo, corría el riesgo de reducir al director general a un “mayordomo digno, asegurándose de que las salas de reuniones estén disponibles”.
La OMC quedará sin líder el 31 de agosto, luego de que el actual director general, Roberto Azevedo, anunció que dimitirá un año antes de que acabe su gestión. El organismo apunta a elegir un nuevo jefe para noviembre.
El organismo se encuentra quizás en la peor crisis de sus 25 años de existencia, golpeada por la desconfianza de la administración Trump hacia los organismos multilaterales, la fricción entre Estados Unidos y China, y el colapso de su sistema de resolución de controversias.
Seade, uno de los fundadores de la OMC que también ha trabajado en el Fondo Monetario Internacional, dijo que la crisis era tan grave que ahora había la oportunidad de impulsar a la organización a actuar.
El economista agregó que una decisión rápida sobre el liderazgo ayudaría a concluir las negociaciones de pesca y otras con miras a iniciar nuevas conversaciones el próximo año sobre temas como la agricultura y dar tiempo para organizar una demorada conferencia ministerial en 2021.
Para restaurar la fe de Estados Unidos en el mecanismo de resolución de disputas que Washington acusa de extralimitación, dijo que los miembros podrían considerar un sistema de supervisión más fuerte para asegurarse de que el poderoso órgano de apelación no se desvíe más allá de su mandato.
La OMC está en una situación realmente desesperada, una situación difícil, se necesita la mejor y más adecuada persona para desenterrarla. No estamos en una situación en la que podamos tener algún tipo de curva de aprendizaje,
indicó Seade.