Pese a una nueva caída de los ingresos petroleros, las finanzas públicas del país repuntaron durante el penúltimo mes del 2024, derivado de dinamismo en la recaudación de impuestos.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), los ingresos presupuestarios ascendieron a 610,897 millones de pesos en noviembre de 2024.
Este monto significó un crecimiento anual de 3.2% en términos reales, resultado que se dio después de una contracción de 8.3% en el mes previo; además, fue la mayor variación en los últimos tres meses.
En tanto, los ingresos petroleros, que aportan apenas una décima parte de los recursos totales captados, se desplomaron 36.3%, siendo la segunda baja consecutiva. Al interior, los ingresos de Pemex, que representaron 21.7% del total de los ingresos petroleros, cayeron 85.2% real en noviembre.
Ingresos presupuestarios no petroleros, al alza
En el caso de los ingresos no petroleros, éstos sumaron 549,183 millones de pesos en el penúltimo mes de 2024, dando un aumento anual real de 10.9%, el mayor incremento en siete meses.
Dentro de este componente, la recaudación tributaria incrementó 14.8%,el mejor resultado en 11 meses, mientras los ingresos no tributarios (derechos, aprovechamientos, entre otros) mostraron una disminución de 20.1%, la segunda al hilo.
Los resultados fueron mixtos en los ingresos tributarios: por un lado, el Impuesto Sobre la Renta (ISR) reportó un alza anual de 6.7% real, destacando también los ascensos de 15.4% en el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y de 48.8% en Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
En este último, el desagregado no petrolero descendió 3.2%, resaltando las contracciones de 11.3% en tabacos labrados, 13.8% en cervezas y bebidas refrescantes y 14.3% en juegos con apuestas y sorteos.
Efecto rebote
Por su parte, el gasto neto total llegó a 724,872 millones de pesos en noviembre del presente año, que significó un crecimiento de 5.6% a tasa anual real, tras un desplome previo de 19.8%.
Dicho avance derivó del alza de 14.9% en el gasto programable, cuyos dos componentes siguieron la misma tendencia. En el gasto corriente, denominado “egreso burocrático”, el aumento fue de 12.3%.
Mientras el gasto de capital (correspondiente a la inversión en construcción) subió 58.5%. La preocupación se centró en el gasto no programable, debido a que en noviembre se contrajo 27.9%.
Te puede interesar: