Jessika Becerra e Italia López
Si bien Citibanamex concentra 15.8% de la cartera de crédito al consumo del sistema bancario mexicano, este negocio comienza a perder atractivo para las grandes firmas, especialmente por la elevada informalidad laboral, los aumentos en la tasa de interés por parte de Banco de México (Banxico) y la llegada de nuevas fintech al sistema financiero.
Las unidades de consumo y empresas ya no serán tan rentables en los próximos años porque las familias no podrán solventar parte de sus deudas con tasas de interés tan altas, consideró, José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
“El negocio de consumo y pequeñas y medianas empresas en México tenía una relevancia significativa y un ingreso estable, es muy claro que tomar la decisión de salirse para quedarse únicamente con la banca institucional, es decir con los corporativos y gobierno, responde a que Citibanamex está contemplando que no va a ser tan rentable en los siguientes años”, mencionó.
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La crisis económica que dejó la pandemia del COVID-19 orilló a que muchas personas perdieran su empleo y por tanto sus ingresos o bien, algunos percibieron un menor salario; además, con el alza de la tasa de referencia, se encarece el crédito automotriz e hipotecario.
El crédito se va a encarecer y los préstamos autorizados previamente tienen mayor probabilidad de riesgo de morosidad. Existe una menor posibilidad de otorgar créditos seguros
planteó el director del IDIC.
Fintech, las nuevas rivales
Para Pablo López Sarabia, profesor investigador del Departamento de Economía en el Tec de Monterrey, Citibanamex también enfrenta mayor competencia con las Fintech en el segmento de consumo, hipotecario y de seguros.
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“La lógica es muy sencilla, un mercado que va a ser más competido, que va a estar más fragmentado, donde van a haber menos ganancias, más participación y competencia con Fintech que vienen más ligeras y con menos regulación, con un gran margen de clientes en el segmento más juvenil, me parece razonable la salida”, dijo.
En tanto, Héctor Valencia, consultor independiente y académico de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), comentó que la venta del segmento de consumo de Citi responde a inversión en algún proyecto internacional relevante para su nueva estrategia o para apoyar a su situación financiera en Estados Unidos.
“A final de cuentas ellos sí tuvieron apoyos financieros, pero habría que ver si la población no tuvo afectaciones personales que hayan provocado problemas de recuperación para el banco allá (en EU)”, expresó.
Sobrevivirán los corporativos grandes
La pandemia generó que en los últimos dos años desaparecieran micronegocios y pequeñas empresas y que se deterioraran las condiciones de emprendimiento y seguridad de pago.
En cambio en los grandes corporativos hay flujos e inversiones más seguros determinados por el comercio internacional y por el propio sistema financiero. A nivel mundial las grandes empresas son las que ha logrado solventar en mejores condiciones la crisis.
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“Citibanamex se queda con banca institucional, que es un nicho más seguro, con el que tiene redes internacionales y con el cual pueden operar con más certeza”, indicó De la Cruz.
El año pasado, los bancos Deutsche Bank y JP Morgan tomaron una decisión similar al cerrar sus oficinas de representación en México.
Sin embargo, Moody’s no vio positivo el viraje de la institución, al considerar que su salida de la banca minorista y de pequeñas y medianas empresas será negativa para efectos crediticios.
“La salida de la banca minorista y de pyme de México es negativa para efectos crediticios de Citibanamex, porque reduce importantemente las operaciones y diversificación de utilidades del banco y limita su capacidad del fondeo de bajo costo con depósitos, que históricamente han apoyado la fuerte generación de utilidades del banco”, dijo en un comentario Felipe Carvallo, VP senior credit officer de la calificadora.
Valencia coincidió en que dejar a las pymes de lado es un error, ya que el nicho donde se puede crecer es en el empresarial, particularmente el sector de pequeñas y medianas empresas (pymes).
La concentración se encrudecería
Dado que las condiciones de mercado no son las más favorables en México para que entren inversionistas nuevos, es previsible que la compra la realicen los grandes jugadores que ya tienen concentrado el mercado.
Será labor de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) evitar que se eleve la concentración en el sistema bancario.
En un análisis, Bank of America Global Research consideró que una posible fusión con BBVA podría enfrentar mayores problemas regulatorios, ya que representaría una participación de mercado combinada de 35%, mientras que al unirse con Santander, podría crear una franquicia del tamaño de BBVA, que le permitiría llegar a una participación de 23%.
Otra posibilidad es que la compra ocurra por parte de un banco extranjero con intenciones de incursionar en México.
Si bien las condiciones de los productos como créditos hipotecarios no se modificarán tras la compra, una mayor concentración implicaría que continúen condiciones como las elevadas tasas de interés para los clientes.
“Los bancos captan al 6% y prestan al 50% en promedio, la diferencia es mucho, de 4,400 puntos base, si pensamos que la inflación es de 7%, son 700 puntos base”, dijo Pablo López Sarabia.
El especialista explicó que en parte este diferencial se explica la dificultad de recuperación de créditos y a la morosidad, pero que también obedece a la falta de una mayor competencia que impulse una baja en el Costo Anual Total (CAT) a los consumidores.