Durante la primera mitad del año, la inflación es la mayor preocupación de los hogares mexicanos, un fenómeno que provocó que la confianza del consumidor se ubique aún por debajo de los niveles prepandemia.
La incertidumbre en las familias del país persiste, pese a los esfuerzos del gobierno federal por controlar la inflación a través del estímulo fiscal a la gasolina y al Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC).
De acuerdo con datos desestacionalizado del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, durante el primer semestre del 2022, el Indicador de Confianza del Consumidor (ICC) fue 4.4% menor respecto a igual periodo del 2019, antes de la pandemia de COVID-19.
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De los 10 indicadores complementarios del ICC, el referente a la dinámica de la inflación registró la disminución más pronunciada.
Así, el componente sobre el comportamiento de los precios en el país en los siguientes 12 meses, en relación con el año anterior, se contrajo 37.3% frente a la primera mitad del 2019, siendo el que se encuentra más alejado de recuperarse.
Estrategias, sin impacto en el consumidor
En mayo pasado, la inflación anual se ubicó en 7.65%, la tasa más elevada, para un mismo mes, en los últimos 22 años.
Por un lado, para controlar los elevados niveles inflacionarios, los mayores en dos décadas, el Banco de México (Banxico) decidió ubicar la tasa de referencia en 7.75%, un incremento de 75 puntos base, el alza más alta registrada.
Mientras por el lado del gobierno federal, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó al inicio de mayo su PACIC, cuyo fin es estabilizar el precio de 24 productos de la canasta alimentaria.
Con base en estos 24 productos que registra el INEGI, EL CEO realizó el Índice PACIC y observó un crecimiento de 0.90% en los primeros quince días de junio del 2022 respecto a la quincena previa, que representó la variación más elevada en los últimos tres meses y medio.
A tasa anual, la inflación del PACIC, en el cual se utilizaron los ponderadores del INPC del INEGI, se ubicó en 13.48%, hilando más de siete meses con aumentos de doble dígito.
Ninguna de las dos estrategias, tanto de Banxico como del gobierno federal, inyectaron certidumbre en la confianza de los consumidores.
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Marco de deterioro
Para Monex, de prolongarse la caída en el ICC podría dar pie a un marco de deterioro para el consumo, ante el contexto de inflación elevada y pesimismo en torno al desempeño de la actividad económica.
La percepción de la situación futura del país ha tenido alzas contundentes en momentos en los que se perciben shocks positivos, como posterior a las elecciones de 2018 o tras el inicio de las primeras campañas de vacunación contra el COVID19, pero ahora no puede desligarse de las preocupaciones que aquejan a los actores del mercado
asegura el grupo financiero.
Debido a que el entorno a partir del cierre del segundo trimestre luce más complicado que lo esperado, Monex estará atento al mayor impacto que pueda tener la inflación, pues es uno de los principales riesgos para los niveles de consumo.
