En Estados Unidos, la inflación presentó una tendencia a la baja al comienzo del segundo trimestre, mientras que los precios al consumidor aumentaron menos de lo esperado. Esto impulsó las expectativas del mercado de un recorte de tasas de interés en septiembre.

De acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó un 0.3% desde marzo, lo que estuvo ligeramente por debajo de las expectativas del mercado que lo posicionaron en 0.4%  

Con ello, la inflación anual se ubicó en 3.4%, después de subir a 3.5% en marzo. Mientras que, excluyendo alimentos y energía, la lectura de inflación subyacente fue del 0.3% mensual y del 3.6% anual, ambas en línea con las estimaciones.

La inflación está siendo impulsada por proveedores de servicios como seguros de vehículos de motor, vivienda y atención médica, los cuales están alcanzando costos más altos, según Reuters.

Los mercados reaccionaron positivamente al informe de inflación

Los mercados tuvieron una reacción optimista frente a la publicación del informe, donde la tendencia a la baja provocó que los futuros vinculados a los principales índices bursátiles subieran y los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeran.

Además, esperan que las presiones inflacionarias disminuyan este trimestre y que los precios se acerquen al objetivo del 2% de la Reserva Federal a medida que el mercado laboral se enfríe.

Este es un pensamiento que comparte Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, que espera que la inflación baje “mensualmente a niveles que se parezcan más a las lecturas más bajas que tuvimos el año pasado”.

Alzas de precios notables en abril

Según el informe, los costos de vivienda aumentaron un 0.4% en el mes y un 5.5% comparado al mismo periodo del año anterior. Ambos niveles presentan un problema para la Reserva Federal que intenta reducir la inflación general al 2%.

Por su parte, los alimentos se mantuvieron estables y subieron 2.2%, respectivamente. Los precios tanto de vehículos usados y nuevos, que habían contribuido al aumento inicial de la inflación durante la pandemia de COVID-19, disminuyeron un 1.4% y un 0.4% respectivamente.

Las áreas que mostraron alzas de precios más notables en abril fueron las prendas de vestir (1.2%), servicios de transporte (0.9%) y servicios de atención médica (0.4%). Los servicios excluyendo la energía —la cual subió 1.1% mensual—, aumentaron 0.4% mensual y un 5.3% anual. 

El aumento de la inflación presentó un panorama negativo para los trabajadores, quienes vieron caer sus ingresos un 0.2% mensual. Sobre una base de 12 meses, las ganancias reales aumentaron solo un 0.5%

Con información de CNBC y Reuters

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