Rodrigo A. Rosales y Elizabeth Albarrán
Si bien la economía mexicana cada vez está dando señales de recuperación, la alta inflación que vive el país podría seguir desalentando el consumo de las familias mexicanas y por tanto complicar la meta de crecimiento que estima la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
De acuerdo con la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Producto Interno Bruto (PIB) creció 1.6% a tasa anual durante el primer trimestre del presente año, lejos de la meta de 3.4% del gobierno federal para este 2022.
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Las actividades terciarias (comercio y servicios) son el componente más importante del PIB al aportar 63.5%, y en los primeros tres meses del año mostraron debilidad con un aumento de apenas 0.6% anual, hilando por segundo trimestre consecutivo una variación anual menor a 1%.
Esta debilidad en las actividades terciarias se deriva principalmente del impacto que está ocasionando la inflación en el consumo de los hogares mexicanos. En la primera quincena de abril, los precios al consumidor incrementaron 7.72% a tasa anual, el mayor nivel en más de 21 años.
Con el resultado de 1.6%, la economía del país tendría que registrar crecimientos de 4.0% anual en promedio, en los siguientes tres trimestres del año.
Actividades terciarias ¿darán el último empujón al PIB?
Pese a esta debilidad en el primer trimestre de las actividades terciarias, para el director de análisis económico de CI Banco, Jorge Gordillo, la economía mexicana aún tiene la posibilidad para seguir creciendo, especialmente porque cada vez los mexicanos están regresando a la ‘normalidad’.
La gente ya le está perdiendo el miedo al COVID y esa es una buena noticia para la economía mexicana y si esto se conserva y no caemos en una nueva ola de contagios, sí hay una nueva oportunidad para que sectores que venían siendo restringidos como servicios puedan crecer a niveles bastante interesantes y le den un empujón adicional al PIB
dijo Gordillo en entrevista.
Si bien hay oportunidad de generar un crecimiento adicional en los siguientes trimestres, el problema es que el país aún está sujeto a la situación externa que no es favorable por la incertidumbre que genera las tensiones en Europa del Este en materia de precios, advirtió.
Escasez de insumos
Banco Base estima que el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania agudizará la situación de la escasez de insumos; mientras que la alta inflación en el mundo y en México limitará la recuperación del gasto (consumo, inversión) al erosionar el poder adquisitivo de los hogares.
Con dicho panorama, el banco ajustó al alza su previsión para la inflación y la tasa de interés objetivo de Banxico para el cierre del año a 6.3 y 8.5%, respectivamente.
Para Ve por Más (Bx+), el efecto de COVID-19 sobre la economía mexicana descenderá, pero no desaparecerá por completo, como lo ilustran los últimos confinamientos en China que amenazan con estresar las cadenas globales de suministro.
El progreso, aunque no lineal, hacia la normalización en la actividad permitirá mejoras adicionales en el empleo y el gasto. Ello será en parte contrapesado por la erosión en el poder adquisitivo, por la elevada inflación y mayores costos financieros, por el endurecimiento monetario
explicó Bx+ en un reporte.
En el mercado externo, Bx+ asume que, pese a la expectativa del endurecimiento monetario de la Fed, todavía se espera que el PIB de Estados Unidos crezca arriba de su potencial entre los años 2022 y 2023. “Ello, y el reagrupamiento industrial detonado por la pandemia y el T-MEC, serán un catalizador para las exportaciones mexicana”.