El Índice de Precios al Consumidor de Estados Unidos aumentó un 0.3% en enero, con lo cual la inflación anual se ubicó en 3.1%, informó la Oficina de Estadísticas Laborales. Ambos resultados fueron superiores a los esperados por el mercado, debido a los precios persistentemente altos de la vivienda.

Los economistas encuestados por Dow Jones esperaban un aumento mensual del 0.2% y una ganancia anual del 2.9%.

El IPC subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, se aceleró 0.4% en enero y 3.9% en el año, cuando la previsión era del 0.3% y el 3.7% respectivamente.

Factores que impactaron en la inflación

La Oficina de Estadísticas Laborales indicó que los precios de la vivienda, que representan alrededor de un tercio de la ponderación del IPC, representaron gran parte del aumento, ya que subieron 0.6% en el mes y 6% anual.

Los precios de los alimentos, por su parte, subieron 0.4% en el mes; mientras que la energía ayudó a compensar parte del aumento al disminuir 0.9%, con una caída del 3.3% en los precios de la gasolina.

Los resultados negativos se dan en el marco de las expectativas sobre la decisión que tomará la Reserva Federal (Fed) respecto a las tasas de interés. Los funcionarios del banco central buscan establecer el equilibrio adecuado para la política monetaria en 2024, aunque los mercados financieros han estado esperando recortes agresivos.

La Fed había señalado que esperaba que la inflación retrocediera a su objetivo anual del 2% a lo largo del año ante un descenso en los precios de la vivienda; sin embargo, las cifras de enero darían una nueva perspectiva.

Con información de CNBC

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