La crisis del COVID-19 está arrastrando a la inflación, advirtió este martes el vicepresidente de la Reserva Federal Richard Clarida, en otra señal de que la economía podría necesitar más ayuda del banco central y del Congreso antes de que retome su salud.
Las expectativas inflacionarias, ya bajas al inicio de la recesión que comenzó en febrero, están “en riesgo de caer por debajo” de un rango consistente con el objetivo del 2% de inflación de la Fed, comentó Clarida en comentarios preparados para dar en la Foreign Policy Association en Nueva York.
Pondré una alta prioridad en abogar por políticas que se dirijan a lograr no solo el máximo empleo, sino también expectativas de inflación bien ancladas, consistentes con nuestro objetivo del 2%
dijo Richard Clarida.
“Dependiendo del curso del virus y del curso de la economía, se puede requerir más apoyo de la política fiscal y monetaria”, comentó Clarida.
Autoridades de la Fed, incluido el presidente Jerome Powell, se han enfocado con más fuerza en la necesidad de recuperar los millones de empleos perdidos durante la recesión.
Los comentarios de Clarida sugieren que la presión que una inflación muy baja puede ejercer sobre el crecimiento es igualmente una preocupación que motiva el respaldo sin precedentes del banco central a la economía.
Eso incluye la promesa de la semana pasada de seguir comprando 120,000 millones de dólares en bonos mensualmente y una señal de que la Fed planea mantener las tasas de interés cerca de cero por años.