Nueva Zelanda reportó este martes dos nuevos casos de coronavirus, ambos relacionados con una llegada reciente desde Reino Unido.

Con ello, el país termina una racha de 24 días sin nuevas infecciones, a una semana de haberse pronunciado como la primera nación en el mundo libre de COVID-19.

Las nuevas infecciones suponen un revés para Nueva Zelanda, que levantó todas las restricciones sociales y económicas, excepto los controles fronterizos, la semana pasada.

Desde entonces, no se tenía registro de ningún caso nuevo o activo de coronavirus, por lo que Nueva Zelanda se había convertido en uno de los primeros países del mundo en volver a la normalidad prepandémica.

Al respecto, la primera ministra Jacinda Ardern advirtió sobre la posibilidad del surgimiento de nuevos casos en el futuro cuando algunos neozelandeses regresaron al país, en tanto que a algunos otros se les permitió entrar en condiciones especiales.

Estos nuevos casos corresponden a dos mujeres de 30 y 40 años de edad que visitaron a su padre moribundo en Wellington, Reino Unido, según reveló el director general de salud de Nueva Zelanda en conferencia de prensa.

Los nuevos diagnósticos en aquel país elevan el número total de casos registrados a 1,506, mientras que las muertes por la enfermedad se mantienen en 22.

Pekín, con nuevos brotes

Así, Nueva Zelanda se suma a Pekín, la capital de China, zona en donde surgió el brote de la pandemia en diciembre pasado y que este fin de semana registró un aumento de contagios, lo que llevó a esta ciudad a establecer nuevas medidas.

China robusteció las restricciones para impedir que las personas salgan de la capital para detener la propagación del brote de coronavirus más grave desde febrero a otras ciudades y provincias. También ordenó el cierre de escuelas.

La decisión de imponer nuevas restricciones y elevar el nivel de respuesta de emergencia de COVID-19 a II desde III se toma después de que el actual brote de Pekín subió a 106 infecciones desde el jueves pasado.

Crece contagio en América

Los casos de COVID-19 en el continente americano siguen sin desacelerarse, una región que se acerca ‘vertiginosamente’ a los cuatro millones de infectados, reveló la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne.

América es el nuevo epicentro de la pandemia en el mundo, pues acumula casi la mitad de infectados y fallecidos relacionados con el virus en todo el mundo, donde se han reportado ocho millones de casos y 436,293 muertos.

Con información de Reuters.