La crisis sanitaria que enfrentaron durante 2020 el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) generó que aumentaran sus gastos por encima de los ingresos que generan. 

El aumento en las necesidades de gasto o lo que se refiere para atender a la población no han ido a la par del financiamiento que se obtiene por cuotas a la seguridad social

dijo Judith Senyacen Méndez, coordinadora de salud y finanzas públicas del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP).

 

Con el crecimiento demográfico y de enfermedades crónicas no transmisibles y que son más costosas, tanto el IMSS como el ISSSTE van a necesitar más recursos o habrá una gran parte de la población que no pueda ser atendida, advirtió la especialista. 

El IMSS registró 19.7 millones de afiliados al cierre del 2020, lo que significó una reducción del 3.2%, respecto del 2019, cuando tenía 20.4 millones de afiliados.

Los ingresos del IMSS que provienen de las cuotas a la seguridad social que hacen las empresas y trabajadores fueron de 390,202.6 millones de pesos al cierre del 2020, una reducción anual de 1.1%.

En tanto, el gasto que registró el IMSS fue por 818,643.9 millones de pesos, un aumento anual del 6.1%. Es decir, el gasto fue 2.1 veces mayor a los ingresos que generó. 

No obstante, los subsidios que recibió del gobierno por 466,980.5 millones de pesos, ayudaron a cerrar el año con un superávit de 38,539.2 millones de pesos. Sin los apoyos del gobierno, el déficit sería de 428,441.3 millones de pesos.



Gastos por asegurado 

Cuando un trabajador comienza a cotizar al IMSS, parte de su salario se destina a su seguridad social. Esta cuota se destina a cinco seguros: Riesgos de Trabajo; Enfermedades y Maternidad; Invalidez y Vida; Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez, y Guarderías y Prestaciones Sociales.

Para cubrir el Seguro de Salud para la Familia de un trabajador, que tiene entre 60 y 69 años, el IMSS destinó 13,892 pesos en 2017, mientras que el ingreso por cuota fue de 7,300 pesos, es decir, se deben cubrir 6,592 pesos. 

En diciembre pasado, el Congreso de la Unión aprobó una reforma en las que las aportaciones a la seguridad social se elevarán de 6.5% a 15% en un periodo de ocho años a partir del 2023. 

Méndez  consideró que estas aportaciones no serán suficientes para   cubrir los gastos que se requieren solo en el seguro de enfermedades. Con base en diversos estudios, se tendría incrementar casi 28%  las cuotas a las seguridad social.

Inversión física del IMSS se eleva más de 70%

El gasto que más creció en el IMSS fue precisamente el de inversión física, el cual se refiere a la creación de hospitales, infraestructura, equipo y mantenimiento con un total de 7,165.4 millones de pesos, 76% más que en 2019.

El incremento lo observamos principalmente en el cuarto trimestre del 2020 (…) encontramos que se ejerció más dinero en equipo médico, ventiladores y unidades médicas y otros

 dijo Méndez. 

En lo referente a materiales y suministros se observó un gasto de 65,961.5 millones de pesos, lo que representó un crecimiento anual del 6%, según datos de Hacienda.

El gasto para el pago de pensiones y jubilados absorbió alrededor del 61% del gasto total, con lo que se ejercieron 500,280.4 millones de pesos, 6.9% más que en 2019, de acuerdo con datos de Hacienda. 

ISSSTE gasta tres veces más de lo que ingresa

La situación financiera del ISSSTE, que registra a un total de 13.4 millones de personas al cierre de 2019, se percibe más complicada, dado que sus gastos fueron 3.7 veces mayores a los ingresos que generó en 2020. 

Sus ingresos fueron por 99,204.3 millones de pesos, 11.6% más que en 2019, pero sus gastos fueron por 364,142.8 millones de pesos, lo que significó 3.3% más que en 2019. 

Al igual que el IMSS, el ISSSTE reportó un crecimiento en el gasto de inversión física con un total de 2,821.7 millones de pesos, 148.1% más que el año anterior. 

Mientras que el gasto en materiales y suministro creció 26.8%, con un total de 23,186.9 millones de pesos. 

El mayor reto que enfrentan estos organismos es la logística y financiamiento de las vacunas contra el COVID-19. Si bien se están tomando recursos de los fondos de salud y de fideicomisos que fueron eliminados, el problema es que se van a quedar sin recursos para atender otras enfermedades