La Asociación Mexicana de Internet (AIMX) y las empresas que forman parte de ella rechazaron la propuesta de imponer un nuevo impuesto del 2% a las empresas digitales por usar la calle, puesto que dicha propuesta afectará a este sector.
#NoAlimpuesto por “usar las calles”.#NoAlimpuesto que afecta la economía de cientos de miles de pequeños y medianos negocios.#NoAlimpuesto que impactará las ganancias de los repartidores. pic.twitter.com/T5SBKnZnZa
— Asociación de Internet MX (@Asoc_InternetMX) December 13, 2021
En un comunicado de prensa de la AIMX, se informó que existen 10 razones para estar en contra del impuesto atribuido a empresas digitales, entre ellas se encuentra la reducción de oportunidades económicas a pesar de que las empresas de la economía están comprometidas con continuar fortaleciendo la economía familiar y el desarrollo económico para los habitantes de la Ciudad de México.
Los objetivos de dichas empresas son mantener e incrementar el nivel de servicio, las horas y zonas de operación; el número de restaurantes y comercios a los que sirven.
También a los empleos directos que crean y la cantidad de envíos que se realizan a través de repartidores terceros independientes que generan ingresos a través de las aplicaciones.
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El segundo punto en contra es que el impuesto además de afectar a las plataformas, también perjudicará directamente el bolsillo de los usuarios, ya que se limitaría el acceso a usuarios y restaurantes que hoy acceden a estas plataformas.
Además, en consecuencia, las personas sufrirían una baja en sus ingresos por la reducción en comercios, restaurantes y pedidos, indicó el comunicado.
Muchos comercios y restaurantes locales podrían quedar fuera de las zonas de operación en caso de que hubiera que recortarlas
advirtió la AIMX.
Afecta a repartidores
Como tercer inconveniente es que impedirá el crecimiento de las ganancias para las personas repartidoras, ya que de acuerdo con la Asociación, algunas personas repartidoras manifestaron su oposición al impuesto por usar la calle, puesto que les afectará directamente.
“El crecimiento de las ganancias promedio mensuales de las personas repartidoras de 2013 a 2020 fue de 117%, mientras que el ingreso promedio mensual de un trabajador creció solo 25%”, informó la AIMX.
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Asimismo, el cuarto punto es la afectación a la industria que impulsa el crecimiento económico, ya que este impuesto es una oportunidad para impulsar la economía gracias a sus beneficios, como por ejemplo las ventas por internet.
De acuerdo con el comunicado, seis de cada 10 pequeñas y medianas empresas (Pymes) venden por internet; además, 60,000 Pymes se subieron al canal digital en 2020, lo cual ayudó a que las empresas se digitalizaran y fueran competitivas.
El quinto punto para rechazar el impuesto se traduce en la reducción de la inversión extranjera, ya que la mayor parte de las empresas tecnológicas de intermediación, incluso las marcas más conocidas, operan con pérdidas.
Las empresas generan inversión extranjera directa, ganancias para todo el sistema y beneficios para millones de familias de la capital, indicó la AIMX.
Ya pagan impuestos
El sexto punto es que las plataformas digitales ya pagan impuestos. Las empresas de la economía digital son empresas formales que pagan y retienen impuestos federales en México como IVA e ISR, así como impuestos locales como el predial.
De aprobarse el impuesto por usar la calle, se fomentaría la informalidad, un punto en contra que afectaría a quienes realizan entregas de manera formal y limitaría la importante función que realizan las aplicaciones para incorporar a personas y empresas a este sector de la economía.
El octavo punto es el destino de los recursos de este impuesto, puesto que no se tiene la certeza de a dónde irán los recursos que se generen a partir de este impuesto al uso de la calle, así como los mecanismos que se utilizarán para transparentar y auditarlos.
Por ello, el penúltimo punto es la afectación al flujo vial y el daño al medio ambiente. Las empresas tecnológicas de intermediación han permitido hacer un uso más eficiente de la infraestructura urbana y han impactado de forma positiva al medio ambiente.
Según la AIMX, se calcula que las entregas a domicilio en bicicleta o caminando, han ayudado a reducir más de 111,000 toneladas de CO2.
El último punto, pero no menos importante, es que el impuesto va contra la conectividad de la Ciudad de México, ya que fue reconocida como la ciudad más conectada del mundo.
“Nos preocupa que esa apertura digital se ponga en riesgo por imponer un impuesto que lastima a las empresas y usuarios que aprovechan esta conectividad en beneficio del desarrollo y la reactivación económica”, dijo la AIMX.