Rodrigo A. Rosales y Miguel Moscosa
La economía mexicana podría reportar una caída de 0.7% en el tercer trimestre del año, lo que pone fin al “efecto rebote” que se percibió en el segundo trimestre del año, de acuerdo con cálculos que se hicieron usando el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de agosto y el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) de septiembre.
De esta manera, en julio-septiembre de 2021, el IGAE se colocaría en 109.068 puntos, mientras que en el periodo abril-junio del presente año se ubicó en 109.862 puntos, lo que representaría una caída de 0.7%, respecto del trimestre anterior y con cifras desestacionalizadas.
Análisis CEO estimó con la publicación del IOAE de agosto y septiembre una caída de 0.01% en el tercer trimestre del año. Es decir, la cifra del IGAE de agosto confirmó que la caída de la economía de México durante julio-septiembre sería más pronunciada.
Esta disminución significaría caer después de cuatro trimestres al hilo con crecimientos, los cuales provinieron de una base de comparación baja, de acuerdo con los datos que brinda el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
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Los datos de IGAE en agosto muestran que uno de los sectores más potenciales de la economía -servicios- tuvo un descenso mensual de 2.5% en agosto, acumulando tres meses con caídas por primera vez desde el periodo febrero-abril del año pasado.
La desaceleración tiene dos rubros para el análisis. Como fenómeno coyuntural, la pandemia; y como fenómeno estructural se nota la desaceleración de la actividad del país (…) además, tenemos un alza en la inflación que ponen en focos rojos a la economía mexicana
dijo en entrevista el profesor de economía de la FES Aragón, Román Moreno Soto.
El contexto para finalizar el año luce complejo, pues con estancamiento e inflación alta “afecta a los hogares más vulnerables”, señaló el académico.
Caída de agosto, el peor dato en 15 meses
En la ruta hacia el cierre de año, la economía mexicana entró en un tramo de desaceleración y hacia los próximos meses la tendencia apunta a un estancamiento que al mismo tiempo vendrá acompañada de una inflación elevada, tal como prevé Banco de México (Banxico).
Por el lado del IGAE, en agosto presentó una caída mensual de 1.6%, siendo el peor resultado en los últimos quince meses, cuando se registró un desplome de 2.5% en mayo del 2020. Dicha reducción se debió a las bajas exhibidas en actividades terciarias que presentaron una reducción de 2.5%.
A tasa anual, con ajuste estacionario, el IGAE desaceleraría en el penúltimo trimestre del año en curso, con un aumento de 5.4%, frente a un incremento de 19.8% en el segundo trimestre, cifras que les precede dos años con contracciones.
Análisis CEO calculó las variaciones del tercer trimestre con la estimación del IAOE de septiembre y el IGAE de agosto.
Para el mes de agosto, la actividad en el sector primario se contrajo 2.4% mensual, tras un avance de 1.9% en el mes previo; mientras que la actividad secundaria avanzó 0.4% mensual, menor al 1.2% reportado en julio.
Para atacar la aceleración en los precios, Banxico ha subido su tasa de referencia a 4.75%, y en la que el subgobernador Gerardo Esquivel ha manifestado que la medida es ineficiente porque podría afectar a la economía en varias dimensiones: consumo, inversión, crédito y finanzas públicas.
El economista para Latinoamérica de Bloomberg Economics, Felipe Hernández, considera que a pesar del incremento a la tasa de referencia ayudarán en menor medida a un mejor dinamismo de la actividad.
No diría que es un freno, si las tasas bajas estaban ayudando a que creciera el crédito, el consumo y la inversión, pues tasas de intereses más altas van a ayudar menos
planteó Hernández.
Además, todos los miembros de la Junta de Gobierno de Banxico coincidieron en que la economía mantiene condiciones de holgura, con marcadas diferencias entre sectores.