Elevar la producción del hidrógeno verde en México es clave para cumplir con las metas de transición y seguridad energética, tal y como lo hacen Chile, Alemania, Francia y España, indicó Israel Hurtado, presidente de la Asociación Mexicana de Hidrógeno.

México se comprometió en el Acuerdo de París a que en el 2024, el 35% de la energía se genere con tecnología limpia y que en esta transición México requiere lograr soberanía y seguridad energética, dijo en entrevista con EL CEO.

Más de 50% de la electricidad que se genera en México es con gas natural y la mayoría es importado, por lo que se requiere encontrar la forma de sustituir importaciones

La soberanía energética es no depender de nadie para contar con los insumos que permitan generar electricidad y tener combustible para vehículos, mientras que la seguridad energética es no ser vulnerable a importaciones que puedan generar un problema si no están disponibles, planteó el especialista.

En México hay cerca de 150 plantas solares y eólicas capaces de producir hidrógeno verde que sirve para generar electricidad o que puede ser inyectado en ductos para mezclarse con gas natural y utilizarse como combustible para transportes.

Con el potencial que México tiene entre solar, eólico e isotérmico, puede producir hidrógeno y consumirlo

expuso Hurtado.

Hidrógeno verde en otros países

En el mundo aún es poco el hidrógeno verde que se produce, en México todavía no se genera y sólo existen dos proyectos para impulsarlo. En cambio, en Chile se está construyendo una planta para producirlo y exportarlo a Alemania.

Además, en el país andino, una empresa minera lo produce con paneles solares y un proceso eletroquímico llamado electrólisis para echar a andar sus camiones.

Alemania usa el hidrógeno verde para que funcionen sus trenes, mientras que París lo usa en taxis y Madrid y Barcelona para transporte de pasajeros.

En Reino Unido ya hay compañías que están fabricando tractocamiones que caminan con hidrógeno, y además, se está inyectando este energético en un gasoducto para mezclarlo con gas natural a fin de prender boílers y estufas.

Otro ejemplo, es el de Cemex, que anunció que todas sus plantas cementeras en Europa sustituirán combustibles fósiles con hidrógeno verde.

La petrolera BP lo utilizará en procesos de refinación, y construirá una planta que lo producirá en los próximos años.

En Estados Unidos hay empresas que realizan pruebas para inyectar hidrógeno en una red de gas natural industrial para que los acereros, las compañías petroquímicas o las empresas que tienen hornos y que utilizan hidrogeno gris, lo sustituyan por azul o verde.