Tasas de interés más bajas son la esperanza de Hacienda para que el costo financiero de la deuda, es decir, el pago de intereses y comisiones que el gobierno paga por la gestión de la deuda, comience a reducirse en los próximos años.

Para 2020 Hacienda estima que el costo financiero de la deuda represente 2.8% del Producto Interno Bruto (PIB), 2.7% para 2021 y 2.6% para 2022; desde el estimado de 2.9% para 2019, según los Criterios Generales de Política Económica (CGPE9 del próximo año.

Hacienda, a cargo de Arturo Herrera, espera una reducción del servicio de la deuda en los próximos años ante la expectativa de que Banco de México siga con el recorte de su tasa de interés.

En agosto, Banxico bajó su tasa referencial en 25 puntos base a 8.0%, el primer recorte desde 2014, luego de que el banco central tuvo que iniciar una tendencia alcista en el precio del dinero tras las presiones inflacionarias generadas por las políticas laxas de Hacienda y el propio banco central.

Ahora, el consenso de los especialistas espera que Banxico continúe con los ajustes de su tasa de interés.

El banco central está casi comprometido a bajar 25 puntos base su tasa en el comunicado de la semana que entra. Las inflaciones mensuales siguen siendo debajo de las esperadas, la medición general ya está casi en 3% y la acumulada es muy baja

escribieron economistas de SIF ICAP

Adicionalmente, a nivel mundial persistirá un contexto de laxitud monetaria. En días pasados el Banco Central Europeo (BCE) mostró parte de su arsenal monetario al recortar la tasa de depósito y, además, inyectará liquidez al mercado al comprar activos por 20,000 millones de euros mensuales a partir de noviembre.

La Reserva Federal (Fed), en tanto, recortó ayer la tasa de fondos federales en 25 puntos base a un rango de 1.75-2.0%, debido a “las implicaciones de los eventos globales para el panorama económico, así como las débiles presiones de inflación”, dijo en su comunicado.

Mientras que el dot plot o gráfico de puntos mostró que la tasa se mantendrá sin cambios, lo que resta del año y 2020.

Aunque inmediatamente después, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, mostró en Twitter su desacuerdo. “Jay Powell y la Reserva Federal vuelven a fallar. ¡Sin agallas, sin sentido, sin visión! ¡Un comunicador terrible!”.

“Una inflación más débil, junto con la promesa del gobierno de continuar la disciplina fiscal en 2020, allana el camino para que Banxico busque un agresivo ciclo de relajación en los próximos trimestres. Continuamos esperando otro recorte de tasa de 25 puntos base a finales de este mes, y un total de 150 puntos de bajas el próximo año” dijo Nikhil Sanghani, economista asistente de Capital Economics.

77.6% de la deuda neta del gobierno federal se está denominada en pesos y 81.8% de la deuda interna está a tasa fija y a largo plazo, de acuerdo con datos de Hacienda al segundo trimestre del año.

No obstante, los escenarios optimistas de Hacienda también tienen riesgos. De acuerdo con Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), este panorama es “muy incierto”, ya que se basan en una especie de serie de tiempo donde esperan que la tasa de interés se comporte de la mano de la inflación.

Si vas en esta tendencia de largo plazo de la inflación y se queda en una banda de 3.0 a 3.5%, lo que dicen es ‘sabes qué, entonces una tasa (de Banxico) de 200 puntos arriba de esa inflación es muy razonable’. Y debiera funcionar bien (…) A lo mejor sí, lo que queremos enfatizar es el riesgo de que esto no ocurra

comentó Héctor Villarreal.

Un aumento de 100 puntos base en la tasa de interés incrementa en 19,478 millones de pesos el costo financiero de la deuda, ya que se incrementa el pago de intereses de la deuda a tasa variable y los costos de refinanciamiento de la deuda que está por vencer, de acuerdo con lo CGPE.