Estados Unidos dio otro paso en la Guerra Económica contra Rusia al cerrar las  importaciones del petróleo y gas; sin embargo, el ‘castigo’ para desestabilizar al país de Vladimir Putin, también tendrá efecto en la ya de por si alta inflación en Estados Unidos y en la de México. 

Hasta enero de este año, la inflación en Estados Unidos se ubicó en 7.5%, su mayor nivel desde 1982 y es posible que al cierre de febrero se aproxime a 8% y se acelere hasta 8.3% en marzo, dijo en entrevista el subdirector de análisis económico en CIBanco, James Salazar Salinas.

Va a tener un impacto negativo en términos de mayores costos por el hecho de que la medida en principio va a implicar otro golpe a la parte de oferta. Difícilmente podemos estar hablando que la inflación general en Estados Unidos haya alcanzado un techo

planteó Salazar.

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Bajo un deterioro en las expectativas de la inflación, la Reserva Federal (Fed) tendrá que ajustar su estimación que se ubica actualmente en 2.6% para el cierre de año.

La llegada del impacto a México

En México también se empañarán las expectativas de la inflación, que en enero fue de 7.07% y conforme avance el conflicto, Banco de México (Banxico) ajustará sus estimaciones.

Entre más demore el tema geopolítico, las implicaciones negativas por todos lados y en específico por presiones inflacionarias se pueden seguir intensificando y las expectativas de inflación se van a seguir deteriorando

añadió el analista de CIBanco.

Irasema Dagnini, analista independiente, dijo que a pesar de que México es productor de crudo sigue importando gasolina y lo seguirá haciendo a precio altos del mercado internacional, lo cual conduce a una mayor presión inflacionaria.

Ante una alta inflación, el banco central seguirá manejando una política monetaria restrictiva, y el gobierno seguirá subsidiando el combustible, acción que disminuye la recaudación de impuestos esperada por dicho concepto

dijo Dagnini

Hacia finales de este año, Banxico estima que promedie 4.0% la inflación general en el cuarto trimestre del año, no obstante, analistas prevén que sea mayor. Masari Casa de Bolsa proyecta una tasa de 8.0%; Actinver, 6.0%; JPMorgan, 5.60%, y Monex, 5.15%.

Según Monex, esta nueva senda contempla las mayores cotizaciones del crudo observadas y las continuas presiones en el índice subyacente que se viven a inicios de año y se podría observar un descenso durante el segundo semestre.

La Guerra Económica y parte de estas presiones en la inflación se podrán reflejar en alimentos como el pan y las tortillas ante el encarecimiento del trigo y maíz.

En caso de que el conflicto bélico se prolongue y observemos cotizaciones del crudo por encima de los 150 dólares durante el segundo trimestre del año, la inflación podría alcanzar niveles superiores a los de 2021 (7.3%)

dijo Monex en un estudio

Biden llama a petroleras a no aprovecharse de la situación

El petróleo ruso constituye cerca del 3.5% del total de las importaciones de Estados Unidos, con alrededor de 750,000 barriles diarios. Y si bien el gobierno de Biden está buscando con Venezuela o países europeos sustituir este faltante, el efecto en los precios será inevitable.

Ante esta situación, Biden hizo una especie de llamado a las empresas petroleras y a las financieras que las respaldan para decirles que no es momento de aprovechar la situación y generar excesivas alzas en los precios.

 

Funcionarios estadounidenses sostuvieron un diálogo con sus pares venezolanos hace unos días y uno de los temas tratados fue la posibilidad de que el país sudamericano les exporte petróleo, pero bajo un cambio en las sanciones vigentes, consideró Francisco Monaldi, director del Programa de Energía para América Latina del Instituto Baker de Políticas Públicas de la Universidad de Rice, en Texas.

Tiene que haber un cambio en las sanciones vigentes. Podría hacerse algo acotado, como darle una licencia a (la petrolera estadounidense) Chevron o a algunas empresas occidentales para que exporten a Estados Unidos algunos cargamentos

dijo Monaldi a la AFP

El especialista considera que Venezuela podría ayudar parcialmente a resolver el problema de algunas refinerías estadounidenses del golfo de México que ahora usan petróleo ruso, pero es simplemente una cuestión de suministro temporal.

“Si no hubiera crudo venezolano se resolvería con otro crudo. Al final el precio del petróleo y de la gasolina en Estados Unidos son determinados por el mercado internacional, no por lo que pueda exportar Venezuela”, subrayó Monaldi.