Los recursos que se destinaron para atender la pandemia de COVID-19 “se quedaron cortos”, criticó la coordinadora del programa de gasto público de México Evalúa, Mariana Campos.
Evidentemente el gobierno se quedó corto de recursos para atender la pandemia, no solo en el tema de salud sino también en lo económico
dijo la especialista.
La caída de 8.5% es enorme y si bien se trató de controlar el endeudamiento, aun así creció y rebasó el 50% del Producto Interno Bruto (PIB), comentó Campos al presentar un análisis de las finanzas públicas de 2020.
“Faltó crear una estrategia para poder ‘torear’ lo que estamos enfrentando tanto en el sector salud como en el económico”.
El gasto en salud creció 8.7%, respecto a 2019, “pero no tuvo el vigor suficiente, a pesar de la pandemia, el gasto fue 4.5% menor al presupuesto previsto para este fin”, de acuerdo con datos de México Evalúa,
El exceso de gasto se encuentra en programas que no necesariamente son pertinentes ni prioritarios en una situación como la que vive el país, tal es el caso de los recursos destinados a la construcción del Tren Maya y a los programas del Banco del Bienestar, apuntó.
Se excedió gasto en rubros poco prioritarios
Campos expuso que se tuvo poca capacidad para ajustar la agenda de desarrollo para hacer frente a la pandemia de COVID-19 y a la crisis económica.
El gasto en salud del IMSS y la Secretaría de Salud fue menor a lo previsto en 2020. Mientras que el ISSSTE y la Secretaría de Marina gastaron 14% más de lo aprobado
Para el IMSS se aprobó un presupuesto de 319,300 millones de pesos, pero sólo se ejercieron 302,800 millones de pesos. En tanto en la Secretaría de Salud se aprobaron para 2020, 164,400 millones de pesos, pero se ejercieron 149,100 millones de pesos.
Durante 2020, diciembre fue el mes donde más se gastó para atender la pandemia por 89,300 millones de pesos
El programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos representó 69% del gasto de la Secretaría de Salud.
Finanzas públicas, más vulnerables
Si bien los ingresos tributarios mostraron una avance de 0.8%, en comparación con 2019, el incremento no compensó la caída de los ingresos petroleros de 38.7%, afirmó Campos.
Con este panorama y aunado a que los fondos de ahorro como el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), las finanzas públicas se encuentran más vulnerables.
Las finanzas públicas están con mayor riesgo, sin duda. El año pasado hubo una confianza excedida de que se podía recibir un remanente por parte de Banxico, pero al cierre del año, el peso se apreció lo que redujo este remanente
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Campos estimó que por cada punto del PIB que no crezca la economía, los ingresos tributarios podrían caer de manera significativa. “Si no se crece 4.6% como estima Hacienda, perderíamos dos puntos porcentuales del PIB en recaudación”.