Las bajas pensiones que recibirá gran parte de la Generación Afore no son el único problema a resolver en el tema pensionario de México, en el que conviven más de 3,000 diferentes sistemas, modelos y esquemas de pensiones.

Cada uno de estos tiene sus propias tasas de cotización, tasas de reemplazo, incentivos, condiciones y beneficios. Por lo que hablar de un sistema de pensiones en México es referirse a diversas fragmentaciones de beneficios y beneficiarios que cuenten con algún apoyo para la vejez, indica el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Por ejemplo, datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) a 2015 mostraron que la pensión máxima otorgada la pagó entonces la Universidad Autónoma de Colima, con 941,400 pesos, mientras que la mínima fue de las universidades de Querétaro, Aguascalientes y el IMSS Asegurador, con 100 pesos, cifra menor a la garantizada en la Ley del Seguro Social de 3,000 pesos y en la Ley del ISSSTE de 4,100 pesos.

En este contexto, varios de estos subsistemas pueden enfrentar riesgos de inviabilidad financiera.

Ana María Montes, directora de Consultoría Actuarial de Lockton México, una consultora de riesgos, comentó que además de buscar un sistema universal que contemple no solo a los mexicanos que laboran en el sector formal, el país requiere de una reforma amplia que toque a todos los subsistemas pensionarios para asegurar que sean sostenibles financieramente.

Empaquetarlos en una sola solución es muy complejo porque tiene características muy diversas y son muchas las variables que hay que evaluar (…) El esquema o el modelo que se vaya a implementar en México tienen que ser sustentable financieramente, para ello requieres que estos compromisos estén valuados a través de una valuación actuarial

Ana María Montes.

En 2014 el valor de las obligaciones pensionarias por Beneficio Definido (BD) ascendió a 11.47 billones de pesos, lo que representó 66.5% del PIB, de acuerdo con el informe de la Cuenta Pública de 2015 de la ASF.

El régimen de BD que se terminó con la Ley al IMSS de 1997 –debido a su inviabilidad financiera– establece el derecho a una pensión y el monto de la misma en función del promedio del salario para determinado número de años y del número de semanas que el trabajador haya cotizado; su pago es responsabilidad del gobierno federal.

Con la reforma de 1997, México cambió de un sistema de pensiones de BD no financiado a un sistema de Contribución Definida con cuentas individuales administradas por las Afores, pero a las personas que ya estaban contribuyendo antes de la reforma se les permitió mantener sus cuentas de BD, lo que ha creado desigualdades en los beneficios de pensión.

Mientras que las tasas de reemplazo son de 80 a 100% bajo el sistema BD, a lo mucho las personas que tienen una Afore de tendrán una pensión de 27% (tasa de reemplazo) de su último sueldo, en caso de que cumplan los requisitos.

Como resultado, se espera que el costo fiscal relacionado con las pensiones permanezca alrededor del 2% del PIB hasta 2030. (…) Bajas tasas de reemplazo bajo el sistema de Contribución Definida y la desigualdad significativa entre los jubilados actuales y los futuros beneficiarios crea un elemento de riesgo político, donde los futuros gobiernos podrían enfrentar presión social para proporcionar beneficios de pensión complementarios

dice Moody’s en un reporte.

Montes comentó que Lockton, junto con la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores, proponen que una de las soluciones sea la construcción de bloques o módulos que puedan incluso complementarse, como la pensión universal, el modulo de BD, el de cuentas individuales y otro de ahorro voluntario o patrimonio que van formado algunos trabajadores de manera independiente.

“Podemos sumar o quitar módulos. Lo importante es que la estructura que dejemos es que cualquier solución que pueda entrar en el modelo que dejemos sea sustentable e idealmente tiene que cumplir con lo que dice la Organización Internacional del Trabajo de universalidad, solidaridad, suficiencia financiera y transparencia”.

Generación Afore

Arturo Herrera, secretario de Hacienda, dijo a mediados de junio que Hacienda y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) tenían ya una propuesta avanzada para reformar el sistema pensionario de México, aunque se enfocó en el tema de Afores.

Herrera dijo señaló que será complicado que la primera generación Afore vaya a tener una tasa de ahorro y tiempos de cotización suficientes para retirarse con tranquilidad.

Solo 17% cumplirá con los requisitos para obtener una pensión superior a la pensión mínima garantizada, para lo cual requieren contar con un ahorro en su cuenta individual por arriba de los 700,000 pesos, de acuerdo con información de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).

La mínima garantizada es igual a un salario mínimo de 1997 incrementado por la inflación, que en 2019 fue de 3,199 pesos.

Uno de los temas discutidos es la baja tasa de contribución para la Afore, que actualmente es de 6.5% del salario de los trabajadores, pero Ana María Montes indica que aunque las contribuciones aumenten esto será insuficiente para las personas con bajos salarios.

Por ejemplo, si la contribución de un trabajador con un salario de 10,000 pesos sube a 13% y con esto genera un ahorro de 550,000 pesos, esto solo le alcanzará para una pensión aproximada de 2,500 pesos, por lo que el gobierno deberá financiar una parte para que tenga acceso a una pensión mínima garantizada.

Por sí mismo el esquema de Contribución Definida no va a solucionar la situación de muchas personas, por eso a veces ayuda el sumar otro tipo de componentes e ir estructurando, como si fueras armando una casa con diferentes cubos vamos armando este modelo

dijo Montes.

Por lo que también proponen la creación de un ente regulador que todo el tema de supervisión, administración y emita nuevas políticas conforme envejezca la población y evolucione la economía.

Mientras tanto, el envejecimiento de la población pesará sobre el crecimiento de la economía y las finanzas públicas.