El gasto en pensiones alcanzará los 1.99 billones de pesos en 2024, lo que representará un incremento de 55% en términos reales durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Además, este rubro ha ido acaparando una mayor parte del gasto, al pasar del 17.3% del presupuesto total en 2019 a 22% de lo que se propone para 2024 en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF).

Para el próximo año se prevé destinar 1.5 billones de pesos para pagar las pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE), un incremento de 11.9% real respecto a lo aprobado en 2023.

Mientras que el programa Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores (PBAM) recibiría 465,049 millones de pesos, un crecimiento de 30.8% real en comparación con el monto de este año.

Faltan recursos

Los analistas han manifestado preocupación por el ritmo al que está creciendo el gasto en pensiones y la falta de recursos para solventarlo.

No se tiene un gasto de inversión o un proyecto que genere los recursos adicionales para poder enfrentarlo. Si bien este año no tendrá problema, sí en años posteriores cuando aumente el número de personas que se pensionen o el monto siga siendo más elevado

dijo Héctor Magaña Rodríguez, coordinador de Análisis e Investigación del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tec de Monterrey.

En tanto, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) advirtió que no hay crecimiento económico que alcance para el pago de pensiones, lo que implica que el gobierno debe endeudarse para cubrirlo.

Además, el hecho de que las pensiones ‘se coman’ cada vez más de presupuesto y que aumenten en mayor proporción que otras partidas, implica que hay menos recursos disponibles para destinar a rubros como salud o educación, lo que complica garantizar derechos a la población.

El incremento del gasto en pensiones se debe a una combinación de factores, entre ellos la ampliación de beneficiarios de la PBAM, al hacerla accesible para todos los adultos mayores de 65 años, y el monto de la misma.

En 2019 los beneficiarios del programa recibían 2,550 pesos mensuales, mientras el próximo año llegará a 6,000 pesos, un aumento de 85.7% en términos reales.

Gasto desigual

Otro problema con el presupuesto destinado a las pensiones tiene que ver con la distribución desigual de las mismas, señaló Alejandra Macías, directora ejecutiva del CIEP.

Son gastos muy desiguales, 25% del gasto se lo lleva el decil X (de mayores ingresos). Hay que tratar de que ese gasto se distribuya. Los pensionados de CFE reciben 29 veces más que los pensionados del Bienestar

comentó en conferencia de prensa.

Macías señaló que tanto la universalidad como la focalización en la distribución de transferencias a la población tienen sus pros y sus contras, pero ante un espacio fiscal limitado como el que se tiene actualmente es preferible el segundo enfoque.

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Necesitamos saber cuántos somos, de qué edades y ahí asignar los recursos. Las transferencias son necesarias para diferentes rubros, pero necesitamos ser más eficientes en la distribución

agregó.

Magaña coincidió en que convendría revisar las condiciones que se necesitan cubrir para recibir el apoyo de pensión, pero también combatir la informalidad laboral para que más personas tengan acceso a prestaciones como la seguridad social y el ahorro para el retiro.

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