El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que el próximo mes presentará una iniciativa en la que busca fusionar algunos ramos autónomos con secretarías de Estado que estén relacionadas entre sí.

Con ello, según el mandatario, espera generar ahorros por 20,000 millones de pesos para destinarlos a la compra de vacunas contra el COVID-19 y para la atención de servicios médicos. Sin embargo, esta decisión podría amenazar y vulnerar más las instituciones públicas del país, coincidieron especialistas en finanzas públicas. 

El gasto en los ramos autónomos apenas representa el 2% del gasto total, con lo que realmente no se abona al mejoramiento del erario, pero sí a la concentración de poder, dijo la coordinadora del programa de gasto público y rendición de cuentas de México Evalúa, Mariana Campos. 

No es una decisión presupuestaria en lo más mínimo, solo refleja mucha ignorancia sobre el desarrollo institucional de México en las últimas tres décadas. Es una decisión extrema el querer borrar 30 años de transición a la democracia

 expuso en entrevista.

En lugar de ir a la profesionalización de los ámbitos que requieren personal más especializado, se están politizando; entonces, habrá un retroceso enorme y una amenaza para las instituciones, apuntó Campos. 

Al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) se le aprobó un presupuesto de 1,510 millones de pesos, 4.9% menos que el presupuesto del año anterior. Este monto representa apenas 0.02% del gasto total. 

El presidente indicó que este organismo se encarga de regular y supervisar el mercado de telecomunicaciones  forme parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. 

También mencionó el caso del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) el cual, desde su perspectiva debería ser parte de la Secretaría de la Función Pública. 

El INAI cuenta con un presupuesto de 905.3 millones de pesos para este año, un crecimiento de 0.4%, respecto del presupuesto aprobado en 2020. Dicho monto representa 0.01% del gasto total. 

Autónomos, en la mira desde el primer año

Desde que inició el primer año de gobierno, los ramos autónomos han estado en la mira del presidente, dado que considera que la burocracia absorbe mucho dinero y bajo la idea de que los funcionarios “deben servir al pueblo y no servirse del pueblo”. 

Sí es verdad que había algunos excesos, pero eran los menos. El querer fusionar autónomos con administrativos nos va a generar pérdidas de instituciones y que se politicen más las dependencias

 expuso el director general del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP, Héctor Villarreal.

En 2019, el presupuesto de los ramos autónomos se redujo 16.9%, respecto del presupuesto aprobado en 2018. Para este año se le aprobó un presupuesto de 134,904.8 millones de pesos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda. 

La función pública debe contar con una especie de manual en que se tenga un organigrama de cómo deben ser los ramos autónomos, el número de directores que los conformen  y las prestaciones que deben percibir, indicó el director del CIEP.

“Existen áreas en las que se requiere gente especializada y técnica para poder desarrollar y regular sectores como el IFT, Cofece u otros organismos (…) Tener una buena burocracia es caro, pero no tenerla sale peor”, expresó.

Meritocracia, el lastre de la administración pública

Uno de los retos que enfrentan no solo los ramos autónomos, sino toda la administración pública federal es acabar con la meritocracia, es decir, que se asignen cargos con base en la experiencia y un perfil profesional y no por ser leal al presidente o al titular de una dependencia. 

Recientemente en la SHCP se nombró a María Elvira Concheiro como Tesorera de la Federación, a pesar de contar con una trayectoria más académica que técnica, opinó Campos.  

Para la especialista de México Evalúa, la renuncia de Carlos Urzúa como secretario de Hacienda marcó un antes y un después sobre los perfiles técnicos que se tenían en la Secretaría de Hacienda y se optó por gente que sea leal al presidente. 

El organismo autónomo ha sido un instrumento para contraponer esas deficiencias entre secretarías y órganos autónomos. Si mezclamos la política con decisiones técnicas, podemos afectar la economía y el cumplimento de los derechos de los ciudadanos