Las 12 empresas dedicadas a explorar, y en su caso, a explotar el litio en México, abusan de la flexibilidad de la normatividad fiscal, ya que su contribución a las arcas públicas es mínima.

De este grupo de empresas sólo Litio Mex es mexicana y aunque generan ganancias estratosféricas con inversiones pequeñas, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) les devuelve 60 centavos por cada peso que pagan de impuestos.

El nivel de evasión es enorme. Nuestro país es de los más laxos, por eso tenemos un montón de empresas y de proyectos mineros en México,

Aleida Azamar, especialista en minería y académica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco.  

Las concesiones que el gobierno mexicano ha dado a estas empresas tienen una duración de 50 años o 100 y, en general, las compañías hacen inversiones mínimas con las que obtienen ganancias estratosféricas, destacó en entrevista la autora de Minería en América Latina y México. Problemas y consecuencias”.

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“Estaría bien que se revisara si estas empresas cumplen con aspectos ambientales; que paguen mucho más impuestos de lo que están pagando, y que dejen algún beneficio al país”, comentó la especialista.

Poco aporte al fisco

La industria minera genera un valor de casi 300,000 millones de pesos, pero su aportación en términos fiscales es mínima. En 2016, sólo aportó 0.32% a los ingresos federales, en 2018 0.56% y, en el 2019, el 0.52%.

En el Impuesto Sobre la Renta (ISR) aportó 2.7% del total de la recaudación y 2.3% en el 2018 y en 2019. El Impuesto de Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) fueron negativos, de -1.8 y -0.3% respectivamente, debido a que el gobierno les da beneficios fiscales.

En 2020, los cinco grupos mineros más importantes del país reportaron ganancias superiores a 15,000 millones de dólares, en tanto que las contribuciones fiscales de todo el sector -no solo de los cinco grupos, fueron de 872 millones de dólares, ya que por cada peso que pagan de impuesto, el fisco les devuelven 60 centavos.

Esto se debe a que las compañías abusan de esa parte flexible del marco normativo para poder realizar inversiones propias como si fueran gastos de producción que les permiten deducir, entonces hay poco control por parte del SAT sobre los ingresos mineros , acusó la experta.

En fase de exploración y “especulación”

Sin embargo, México se encuentra sólo en fase de exploración, y solo ocho de las 36 empresas que tienen concesión del gobierno mexicano para buscar litio lo aprovechan para especular y ganar rentabilidad en las bolsas donde cotizan.

Se trata de Radius Gold, Infinite Lithium, Rock Tech Lithium, Alien Metals, Zenith Minerals, Litio Mex, Pan American Lithium Corp y Zeox.

“Éstas empresas están aprovechando para especular por lo que se dice que se puede ganar con el litio, y no están moviendo ni un solo peso para explorar, sólo se están beneficiando de la bolsa de valores”, aseveró Azamar.

¿Quiénes invierten?

Por el contrario, quiénes realmente están invirtiendo son: Bacanora Lithium y Rockland Resources Ltd.

Bacanora Lithium ya fue comprada casi en su totalidad por la china Ganfeng Lithium, que es una de las tres empresas que hay en el mundo que han podido comprobar su capacidad para extraer litio de arcilla, que es el que se encuentra en Sonora, donde opera.

Las otras dos empresas buscando litio son Organimax Nutrient Corp. y One World Lithium; un par de compañías canadienses clasificadas en la categoría de junior porque carecen de capital para invertir; sin embargo, han dedicado recursos a la exploración.

En la actualidad ya hay 36 concesiones para explorar litio en México y 82 yacimientos donde se analiza si es que hay este mineral, lo cual también está revisando el Servicio Geológico Mexicano.

Dentro de estas 36 concesiones puede haber un yacimiento o más ubicado en Sonora, Guanajuato, San Luis Potosí, Zacatecas, Coahuila o Baja California.

En el proyecto Sonora Lithium, Ganfeng Lithium hizo un acuerdo en 2021 con Tesla para entregarle toda su producción de este mineral, y hay otra empresa japonesa que entregará a Tesla su primer lote de producción, que irá del 2023 al 2025.

A su vez, el segundo bloque- de 2025 a 2027- sería para ese empresa japonesa que se dedica a la producción de baterías, ya que ayudó con inversión a Ganfeng Lithium para que puedan hacer la extracción de arcillas.

Quizá lo que piensa el gobierno es que aquí puede haber mucho litio y convendría nacionalizar; que nosotros lleváramos el negocio directo hacia una empresa privada, sin embargo, no pueden retirar concesiones que ya dieron

aclaró la analista .

Además, en Sonora hay varios proyectos no sólo de litio, sino también de carbonato de litio o de potasio.

El litio es uno de los 20 minerales señalados por el Banco Mundial como estratégicos para realizar la transición energética. Se aplica principalmente para creación de baterías de larga duración, y se puede utilizar en vehículos, maquinarias y otros usos industriales.

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“Pero la relevancia que ha tenido (el litio) en los últimos años ha sido pura especulación y, probablemente, en dos décadas deje de ser tan importante, porque hay otros recursos en el largo plazo que pueden competir y reemplazar al litio”, advirtió la especialista. 

Las baterías de sodio, por ejemplo, están comenzando a mostrar avances prometedores

“Comparar el litio con el oro o con el petróleo está generando esta mayor especulación que está terminando por enriquecer a todas las empresas que obtienen mayores ingresos por sus cotizaciones en la bolsa”, manifestó.

México no está explotando aún

México carece de experiencia en el minado de litio y habría que desarrollarlo, lo que llevaría unos 10 años. Además, la competencia es muy elevada. China, Corea del Sur y Japón son los países con mayor capacidad en la producción de baterías de litio pues llevan décadas de proceso.

En términos de costos, sería mucho más barato para México mandar a hacer las baterías a estos países para darle un valor adicional al litio.

 México no tiene la capacidad económica y práctica para desarrollar una industria competitiva de litio en los próximos 10 años, aún si invirtiera en exceso dinero y si desarrollara competencias profesionales enfocadas. Con la participación de empresas privadas también sería una tarea monumenta

  dijo Azamar.

En Asia esto no es un problema porque tienen una enorme cantidad de especialistas. En cambio, en México los programas académicos de licenciatura y posgrado son limitados en la materia, agregó.

Respecto a América Latina, la extracción del litio en Chile y Argentina lleva poco más de 20 años en operación, y pese a ello, su participación en la cadena de valor de baterías de litio es marginal.

Hay seis aspectos que se requieren para hacer las baterías: extracción del mineral, el refinamiento, la producción de electroquímicos, la fabricación de celdas y el ensamblaje.

En la extracción Chile participa con 29% y Argentina con 16%; en refinamiento, Chile juega poco pues el mercado es prácticamente de China, mientras que en el proceso electroquímico, América Latina no contribuye, ya que solo se divide entre China, Corea Japón.

Litio, “en la mira” desde 2019

El litio mexicano es un asunto que el gobierno tiene en la mira desde 2019. En 2019, cuando Víctor Toledo era titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), señaló que el potencial de litio en el país era tan alto que se requeriría que el gobierno desarrollará un proyecto para aprovecharlo.

Posteriormente, en julio del 2020, Toledo expuso los riesgos de aprovechar el litio: hídricos, ambientales y sociales, por lo que consideró necesario nacionalizar el litio para evitar que una compañía extranjera hiciera desastres.

Entonces, los diputados presentaron propuestas. Carlos Iván Ayala Bobadilla sugirió que se creara un organismo público descentralizado y que se llamara Litiomex para controlar e investigar todos los aspectos alrededor de este mineral.

En tanto, el diputado Hirepan Maya Martínez presenta de nuevo una iniciativa de ley de una regulación específica de explotación sustentable de litio, para lo que se crearía la Comisión Nacional del Litio y se dotaría al ejecutivo de capacidades.

Luego, en septiembre del 2021, el senador Alejandro Armenta Mier presentó una iniciativa de reforma en la que propone incluir a litio en el artículo 27 de la Constitución.

Dicho artículo establece que, la propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada.

Hasta ahora, el gobierno ya tiene el control de cuatro yacimientos que emitió con viabilidad económica.