México es uno de los países que enfrenta un desafío de disciplina fiscal y crecimiento económico este año. En este sentido, la consolidación de la política fiscal se percibe como una prueba a superar para la credibilidad del gobierno, de acuerdo con la agencia calificadora Fitch Ratings.
Al igual que buena parte de la región, México ha crecido por debajo de su potencial los últimos años. De acuerdo con Fitch, la economía mexicana no creció en 2019 y, para 2020, espera que el PIB avance 1%, indicó en su conferencia telefónica ‘Perspectivas 2020 para los bonos soberanos de América Latina’.
Uno de los desafíos a los que también se enfrenta México, la segunda economía más importante de la región, es la deuda, que si bien es estable, si ésta aumenta o si Pemex se enfrenta a problemas, como una baja en la producción, será algo que presione a la calificación crediticia, dijo Charles Seville, codirector de calificaciones soberanas de América de Fitch Ratings.
Pemex es una fuente de ingresos para el gobierno mexicano, pero también absorbe mucho apoyo del gobierno y eso es un riesgo, de acuerdo con Seville.
La caída en la producción, elevada deuda y poca inversión son los temas que más han preocupado a los analistas los últimos años. Ante esto, el gobierno ha inyectado capital a la petrolera y ha instrumentado una serie de estímulos fiscales, algo que no se descarta que vuelva a suceder.
Otro tema que puede generar incertidumbre es el Fondo de Estabilización. Hasta el momento, que el gobierno haya tomado recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) “es algo que anticipábamos, pero las dudas son hacia el 2021, ¿qué hará el gobierno?”, dijo Seville.
En octubre de 2019, Alejandro Gaytán, jefe de la Unidad de Planeación Económica de Hacienda, dijo que tenían previsto ocupar 150,000 millones de pesos del FEIP. El fondo acumulaba 260,185 millones de pesos.
Región presionada
Siete de los 19 países de la región tienen una calificación crediticia con perspectiva ‘negativa’, por parte de Fitch Ratings, lo que implica un riesgo de rebaja.
Entre las principales economías de América Latina, México tiene una perspectiva ‘negativa’ y, en junio pasado, sufrió recorte en su calificación, que quedó en ‘BBB’.
Brasil, en tanto, la economía más grande de América Latina, no tiene una perspectiva ‘negativa’, pero sí ha sufrido recortes en múltiples ocasiones desde 2015, el último en febrero de 2018. Mientras que Argentina se encuentra grado de impago (CCC).
Si se compara América Latina con otras zonas, es la única que no tiene perspectivas positivas en ninguno de los países. Anteriormente, economías como Chile y Perú ayudaban al crecimiento, pero ahora se desaceleran con fuerza.
Además, de los 19 países de la región, solo uno ha logrado disminuir su deuda en relación a su Producto Interno Bruto (PIB), Jamaica. El resto de los países, tienen una deuda superior, que en 2008, de acuerdo con Fitch.