A lo largo de 2022, la inflación ha provocando una mayor presión en los bolsillos de los hogares mexicanos y las expectativas revelan que todavía perdurará el alza en los precios.
En enero, la inflación general se desaceleró a 7.07%, pero en julio ya estaba en 8.15%, lo que modificó las expectativas de Banco de México (Banxico) y hacia el cierre de año se estima que promedie 8.1%.
Finamex Casa de Bolsa tiene la expectativa más alta con una tasa de inflación de 8.39% al cierre de año, mientras Bancoppel tiene la estimación más baja con 7.30%, de acuerdo con la encuesta más reciente de Citibanamex.
Con base en ese ejercicio, aunado a las expectativas de Banxico y la Secretaría de Hacienda, la mediana apunta a que la inflación se ubique en 7.74% a finales de 2022 y para 2023 en 4.51%.
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Más presión en los hogares
Bajo este panorama los hogares mexicanos padecerán de una mayor presión para cubrir sus necesidades básicas, principalmente por el encarecimiento de alimentos.
Y mientras el componente subyacente —que elimina los precios más volátiles— se ha acelerado por 20 meses hasta 7.65% en julio, la inflación en mercancías alimenticias fue de 12.09% anual, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
PACIC, con dirección a la inversa
A tres meses de lanzarse el PACIC, el objetivo de este paquete está tomando una dirección a la inversa, pues de buscar contener los precios de 24 productos, en julio reportó su tasa de inflación más alta en 23 años, de acuerdo con el Índice PACIC que realizó EL CEO.
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En un entorno de riesgos por la extensión de conflictos geopolíticos y la política de “tolerancia cero” al COVID en China que afecten nuevamente las cadenas de suministro y la cotización de materias primas, el Índice PACIC creció 14.58% anual en julio, su nivel más alto desde 1999.
Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base destacó el alza en los precios de mercancías alimenticias y que al ubicase dentro del componente subyacente son determinantes de la trayectoria de inflación general a largo plazo.
En su mayoría son artículos básicos y que entran en la canasta de consumo de personas de todos los niveles de ingreso, por lo que tiene un efecto significativo sobre la capacidad de gasto de toda la población
dijo Siller.