Las expectativas de deuda para las economías de América Latina no son particularmente favorables, debido a que los niveles de endeudamiento siguen siendo altos en la mayoría de los países debido a la inflación y las tasas de interés, pero tampoco se visualiza un riesgo sistémico, coinciden especialistas. 

Las perspectivas crediticias de Latinoamérica están estables, pero existe una fuerte presión entre las calificadoras para disminuirlas, debido al estrés que generan la inflación y la tasa de interés

indicó Edgar Castillo, especialista del Tecnológico de Monterrey. 

De acuerdo con un análisis elaborado por la calificadora S&P Global, algunas economías de la región han logrado mantener estables su capacidad de deuda, a pesar del impacto generado por la pandemia de COVID-19 y distintos conflictos globales.  

“El nivel de la deuda soberana es un factor importante en la evaluación, pero una mayor deuda no significa necesariamente un mayor riesgo de incumplimiento”, explica la calificadora. 

Sin embargo, también existen factores que promueven el empeoramiento de los perfiles de deuda, tales como el tipo de cambio, los resultados fiscales y el nivel de crecimiento.

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¿Cuáles son las economías más estables?

El análisis de S&P Global tiene identificados a los siguientes países con los mejores perfiles crediticios en la región:

  • Brasil 

El país amazónico tiene la carga de deuda más alta entre las economías de la región, junto con una elevada carga de intereses debido a que solamente el 30% se emite a tasas fijas. 

Actualmente cuenta con una calificación BB- con perspectiva estable, es decir, con una capacidad variable de cumplimiento, debido a condiciones adversas que generan riesgos muy elevados y alta vulnerabilidad.  

  • Chile 

La nación andina tiene un empeoramiento en la carga de la deuda, debido a la debilidad de las finanzas públicas y el impacto por acontecimientos políticos a largo plazo. 

Sin embargo, su calificación es A con perspectiva estable, es decir, tiene una capacidad fuerte para cumplir con su pago y aunque es susceptible a condiciones adversas, el riesgo es moderado. 

  • Colombia 

El país sudamericano ha reflejado un empeoramiento en finanzas públicas, debido a los grandes déficits y el aumento de su deuda durante la emergencia de COVID-19. 

Su calificación BB+ con perspectiva estable es la más alta dentro de la categoría de grado especulativo y con una capacidad variable para cumplir los compromisos financieros. 

  • Perú 

La nación ha empeorado su perfil de deuda soberana, lo que ha traído como consecuencia una débil evaluación institucional. Su calificación es la misma que tiene México, es decir, BBB, pero con perspectiva negativa

  • Uruguay 

El país está respaldado por políticas económicas prudentes y mejoras en el marco de política fiscal, sin embargo, enfrenta un alto nivel de deuda. Por lo que su calificación es BBB con perspectiva estable, es decir, tiene la capacidad adecuada de cumplir, pero con riesgos altos de debilitarse ante cambios en la economía.

Sin embargo, una mayor deuda no significa necesariamente un riesgo de incumplimiento, ya que la capacidad de un país para cumplir con sus obligaciones financieras depende de factores económicos e institucionales, explica S&P. 

Varias economías están más endeudadas que México, pero por el momento no se percibe un riesgo sistémico

aseveró Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico en Monex.

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La deuda en México es necesaria

Específicamente en México, la calificadora S&P considera que no se han deteriorado los perfiles fiscales y de deuda neta, cuyo incremento fue mucho menor en comparación con la mayoría de países.

La calificación de BBB con perspectiva estable significa que tiene una capacidad adecuada de cumplir, pero con altos riesgos por condiciones adversas.

“México se diferencia de la mayoría de los países, debido a que durante la pandemia la parte fiscal no se deterioró mucho, ya que los apoyos brindados fueron más limitados”, explicó James Salazar, subdirector de análisis económico de CIBanco. 

Para México sería casi imposible reducir el nivel de deuda, ya que la economía cuenta con la participación de empresas mundiales y requiere de un amplio nivel de inversión extranjera directa. 

Pero tampoco garantiza las expectativas de crecimiento económico, consideró Antonio Castelán Valdivia, especialista de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC). 

La mayoría de los países, entre ellos México, se endeudan y no necesariamente pudiera implicar un mayor crecimiento económico

agregó Salazar. 

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