Los funcionarios de la administración encabezada por el presidente Joe Biden levantaron la voz ante la rebaja de la calificación crediticia del gobierno estadounidense por parte de la calificadora Fitch, ya que aseguraron que la metodología fue defectuosa e ignoró la resistencia mostrada por su economía.
Janet Yellen, secretaria del Tesoro de Estados Unidos, fue de las primeras en pronunciarse al emitir un comunicado en el cual declaró “estoy totalmente en desacuerdo con la decisión de Fitch Ratings”.
La agencia anunció este martes que había reducido la calificación de la deuda a largo plazo del país norteameticano a “AA+” desde “AAA”.
Por su parte, Kevin Muñoz, portavoz de la campaña de reelección de Biden, y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, culparon a Donald Trump y a los republicanos del Congreso por la rebaja.
Simplemente desafía el sentido común tomar esta rebaja como resultado de lo que realmente fue un desastre causado por la última administración y las acciones imprudentes de los republicanos en el Congreso
dijo un alto funcionario del gobierno de Biden.
Fitch indicó que la rebaja a la calificación crediticia se debió a un deterioro en los estándares de gobierno en los últimos 20 años y a los enfrentamientos políticos por el límite de deuda y las resoluciones de último minuto, lo que afecta la confianza en la gestión fiscal.
Los funcionarios de la administración de Biden dijeron a los periodistas que los problemas de gobernanza citados por Fitch ocurrieron durante la administración de Donald Trump. Aún así, la agencia mantuvo la calificación en AAA durante esos años, dijeron.
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Implicaciones de la rebaja
En 2011 ya había sucedido una situación similar, en aquella ocasión el recorte de calificación lo realizó S&P Global Ratings y se anunció después de enfrentamientos entre los políticos sobre el techo de deuda.
Con ese referente, se espera que el impacto en el mercado financiero sea de corta duración, aunque la medida podría provocar más conflictos políticos entre los dos partidos estadounidenses.
La calificación “AA+” está un nivel por debajo de “AAA”, lo que significa que Estados Unidos ya no tiene lo que Fitch define como la “calidad crediticia más alta”. Si bien la agencia dice que las calificaciones “AA” denotan “expectativas de riesgo de incumplimiento muy bajo”, eso es un paso por debajo de “la expectativa más baja de riesgo de incumplimiento” para los prestatarios “AAA”.
Si bien los mercados se encuentran preocupados por la economía estadounidense, el principal punto de atención es el ciclo alcista de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal (Fed, por su sigla en inglés).
Por ello, es probable que la próxima decisión del banco central de Estados Unidos tenga mayor influencia que el recorte de calificación anunciado por Fitch.
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Con información de Bloomberg y Reuters
