Un hombre del equipo económico del entonces presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y un funcionario de alto nivel de Donald Trump hicieron pasar un trago amargo a los otrora poderosos secretarios de Estado, Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo.

Los hombres en cuestión fueron Jesús Seade, designado por AMLO para sumarse a las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio y América del Norte (TLCAN) y Robert Lighthizer, el negociador comercial de Estados Unidos, uno de los pocos personajes que tienen toda la confianza del presidente estadounidense Donald Trump.

En la primera reunión de Seade, doctor en economía por la Universidad de Oxford, con los negociadores del TLCAN –a mediados de julio de 2018, en Washington–, fue el único invitado a comer de Lighthizer, un viejo conocido con el que guarda mutuo respeto.

Estábamos en la mañana Guajardo, Videgaray y yo con Lighthizer, negociando, empapándome dónde estaban las cosas. Pero nos fuimos a comer, él (Lighthizer) y yo. Y aquellos se quedaron así (imita una cara de sorpresa)

cuenta a El CEO, Seade de 65 años, ahora subsecretario para América del Norte y negociador comercial para la región.

Seade es uno de los economistas mexicanos más destacados a nivel mundial. No solo fue uno de los fundadores de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y manejó países en crisis en su paso por el FMI, pero, al contar sus logros es como uno de esos profesores que se convierte en una referencia para sus alumnos: escucha y explica de una forma sencilla.

Desde las elecciones presidenciales, Donald Trump advirtió a México y Canadá que renegociaría el TLCAN o si no lo cancelaría, ya que lo consideraba el peor Tratado firmado por su país. Para México el comercio con Estados Unidos representa cerca de 25% de su economía.

La comida con Lighthizer, en el exclusivo Metropolitan Club of the City of Washington, fue clave para destrabar la renegociación del TLCAN, ahora llamado T-MEC. Con el tiempo en contra y la cláusula sunset y el sector energético por dejar fuera del Tratado, Seade fue pieza fundamental para que los tres países firmaran el nuevo acuerdo el 30 de noviembre.

Tenemos una relación de respeto, él (Lighthizer) me considera un gran negociador y yo a él lo considero el más grande negociador. Es un tipazo, no solo muy competente, sino muy honesto, muy visionario

dice con gran seguridad sobre el temido Lighthizer, a quien llama ‘Bob’.

El fichaje

En su oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) resulta casi imposible dejar de mirar un muñeco de peluche del presidente López Obrador que sobresale en su librero.

Seade fue fichado por AMLO aún sin conocerlo, por recomendación de Rogelio Ramírez de la O, asesor y viejo amigo del mandatario; el exsecretario de Hacienda Carlos Urzúa y el ahora subgobernador de Banco de México, Gerardo Esquivel.

El también académico desde los 29 años no dudó en aceptar la invitación y abandonó su cargo de vicerrector en la Chinese University de Hong Kong. Seade había observado a AMLO desde que fue jefe de gobierno del Distrito Federal.

“Me llamó mucho la atención López Obrador, me gustó mucho. Fue candidato en 2006 y le escribí a Rogelio Ramírez de la O. ‘Yo sé que estás cerca de este señor, me gusta mucho su modelo, quisiera contribuir’”.

Seade apoyó la primera campaña presidencial de AMLO, se reunió con empresarios y economistas, aunque no conoció al candidato. Pero los resultados no favorecieron a López Obrador. “Se le negó la victoria porque estoy súper convencido que eso fue más chueco que nada”, dice seguro el también ingeniero químico de la UNAM.

La izquierda, el vínculo con López Obrador

A diferencia de gran parte de sus colegas economistas, Jesús Seade no tiene problemas en expresar su simpatía por la ideología de izquierda, algo que en la Facultad de Ingeniería de la UNAM lo encausó a la economía.

Jesús Seade (Foto: Carmen Luna / Cristian Laris)
Foto: Carmen Luna/Cristian Laris

 

Durante toda la carrera estuve muy metido en la política estudiantil. Desde antes tenía mucho la política en la sangre, leyendo los periódicos, las intervenciones de Latinoamérica, esa era mi naturaleza, no fue mi papá ni nada. Medio de izquierdas

Su objetivo era trabajar en Pemex, y fue becario cuando estudiaba la ingeniería. Luego de cursar algunas materias de Economía decidió entrar a la maestría en el Colegio de México y ahí comprobó que lo suyo era la Economía.

En la Universidad de Oxford, su tesis de doctorado –supervisada por el Premio Nobel de Economía, James Mirrlees– fue sobre políticas tributarias óptimas ante la distribución del ingreso. “Tenía mucho en mis venas la preocupación por la distribución del ingreso, la concentración y veía cómo México estaba cada vez peor y peor”.

En, México el poder adquisitivo ha caído 80.08% en los últimos 30 años, de acuerdo con datos del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM.

A inicios de 2018, unos meses antes de las elecciones federales, Seade recibió la llamada de Ramírez de la O para que se uniera al equipo de AMLO.

“No necesitaba empleo, pero emocionalmente sí quería contribuir a mi país y veo que estaba otra vez fuerte el señor por el que había yo había luchado 12 años antes y dije ‘seguro, seguro’”, recuerda emocionado.

El secreto del buen negociador: De la batalla atunera al T-MEC

A inicios de los 90, mientras que Seade participaba en la creación de la OMC, el gobierno de México le asignó una de las batallas comerciales más complicadas: revertir el embargo atunero impuesto por Estados Unidos, que argumentaba que los delfines quedaban atrapados en las redes atuneras.

Esa ofensiva estuvo a punto de ser uno de sus mayores logros como negociador, pero se convirtió en su peor frustración. Seade y un pequeño equipo enfrentaron a todo el sector público de Estados Unidos y no solo consiguieron el apoyo de 29 países, lograron la victoria, pero el gobierno de Carlos Salinas de Gortari le ordenó archivarla.

Recibí instrucciones de no hacer olas, porque se estaba negociando el TLCAN. Fue el peor momento de mi vida profesional, algo profundamente humillante porque todo un sector productivo de México se fue al caño

recuerda con decepción y frustración.

Pero estas experiencias contribuyeron a formular el secreto del buen negociador que para el subsecretario radica en la empatía y en no traicionar.

Sí pongo un empeño fuerte en ganarme la confianza del otro lado y eso no se gana con trucos, sino no traicionando, no siendo un mentiroso, no siendo un desgraciado. No llegar de cuenta chiles a ver cómo me lo transo

En este sentido, desde la comida en el Metropolitan Club, Seade planteó a Lighthizer la necesidad de replantear la cláusula sunset, que implicaba que el nuevo TLCAN terminara automáticamente cada cinco años, a menos que los tres países acordaran renovarlo.

“Le dije, oye Bob, esto del sunset es una cosa horrorosa, para México es inaceptable (…)Ya desde ahí nos dimos un encontrón. Me dijo porqué necesitaban el sunset, yo le dije porqué era inaceptable. Ahí mismo concluimos que habría que buscar un enfoque diferente”.

En la ultima semana de la negociación, Videgaray, Guajardo, Lighthizer y Seade se reunieron y éste último puso en la mesa una propuesta a la que contribuyó el negociador estadounidense para acordar reuniones cada seis años y con esto una revisión del ahora T-MEC cada 16 años.

Pero este no fue el tema más complicado, dejar fuera al sector energético paralizó la negociación por unos días. Seade y AMLO estuvieron de acuerdo en que era necesario dejarlo fuera ya que “todo era básicamente confirmar la reforma energética, profundizarla. Todo era dar acceso a mercados sin seguridades suficientes de la capacidad del gobierno par dirigir el sector”.

Por lo que después de una intensa negociación en privado con Lighthizer, el mexicano consiguió un capítulo que reafirma la soberanía de México sobre el sector. “Fue muy complicado, muy complicado encontrar la forma de tener algo satisfactorio (…) La última reunión de esa semana fue a las 10.30 de la noche del viernes en casa del presidente electo. Fue algo muy duro”

Para Seade el comercio internacional es un puente para unirse al mundo, pero también reconoce que la acelerada apertura del TLCAN tuvo resultados adversos debido a la falta de políticas internas que la compensaran, tanto en México como en Estados Unidos, algo que ha sido capitalizado por Trump.

En el caso de México, el campo tradicional fue diezmado por la apertura, mientras que en Estados Unidos se vino abajo el sector del acero y el automotriz. Por lo que considera que para apagar las crecientes amenazas proteccionistas se requiere de políticas de Estado que repartan más los beneficios económicos y el progreso tecnológico.

Respecto a Donald Trump, supone que el mandatario será mucho menos hostil al comercio con México porque ya va estar basado en un tratado que él negoció, no en el anterior.

Cuando se le pregunta cómo le gustaría ser recordado en la historia, Seade reflexiona y se toma unos minutos para contestar, duda, pero dice que, lo que no quiere es que se olvide su trabajo en temas como el de la industria atunera y la creación de la OMC, proceso en el que México fue uno de los cinco (de 130) países que más influyeron.

Y aquí hay experiencia al servicio del México de este momento que está en una encrucijada también importante. Es eso, orgulloso de haber tenido una carrera extraordinariamente destacada a nivel internacional y de haberla puesto al servicio de mi país.