La reciente apreciación que ha tenido el llamado súper peso, puede ser un lastre para uno de los motores que más impulsa a la actividad económica de México.

En los últimos meses el sector exportador ha sido el más dinámico de la economía mexicana. De enero a agosto las exportaciones sumaron 307,004 millones de dólares y crecieron a una tasa anual de 3.9%, favorecidas principalmente por las manufactureras, en particular las exportaciones automotrices, que han crecido 7.5% anual, según datos de INEGI.

Mientras tanto, entre septiembre y lo que va de octubre, el peso mexicano se ha apreciado 4.78%, con lo que es la segunda moneda emergente con mayores ganancias ante el dólar (después del rublo), y la segunda con la mayor apreciación entre las 10 divisas más negociadas, tan solo después de la libra esterlina, que ha ganado 6.0%.

Para el grueso de la población, la apreciación del peso junto con la inflación, son dos de los termómetros para medir el desempeño de la economía, no obstante, este súper peso podría ser un obstáculo para el sector exportador, ya que un peso más fuerte vuelve menos competitivas a las exportaciones.

De acuerdo con CI Banco, lo que le ha favorecido coyunturalmente al peso es una combinación de factores que, aunque llevan varios meses sin un desenlace, en las últimas semanas han dado nuevas esperanzas de una solución en el corto plazo.

Entre estos están la tregua comercial de Estados Unidos y China; menores temores a que haya un Brexit duro; altas expectativas de que el T-MEC se ratifique en el Congreso de Estados Unidos antes de que termine noviembre y que la Fed volverá a recortar su tasa de interés en su reunión de octubre, lo cual le da un mayor atractivo a activos como el peso mexicano.

Prácticamente (el sector exportador) es la parte más dinámica, si la manufactura estuviera colapsada ya estuviéramos en una recesión, eso y que se mantiene más o menos el consumo

dijo Joel Martínez, director general de Visor Financiero.

En medio de esto, Banco de México aún mantiene una política monetaria restrictiva, pese a los dos últimos recortes en su tasa está se mantiene en niveles de 7.75, solo superado por Turquía (16.50%) y Argentina (73%) que atraviesa por una severa crisis económica.

Contrario a lo anterior, los bancos centrales más poderosos del mundo como la Reserva Federal y el Banco Central Europeo (BCE) mantienen políticas monetarias acomodaticias. Tan solo en noviembre el BCE comenzará a inyectar 20,000 millones de euros al mes para reactivar la economía.

“El euro se ha caído por la baja tasa y la liquidez, lo mismo hace Japón y todas las economías, (menos Banxico) y no tiene efecto inflacionario, las propias gráficas del banco central lo muestran, no da ningún beneficio un peso tan apreciado y la tasa solo aumenta el costo financiero de las empresas” comentó Martínez.

Por lo pronto, la ratificación del T-MEC puede ser el catalizador para que Banxico abandone su conservadurismo, de acuerdo con un reporte de SIF ICAP.

Por ahora lo único asegurado es que la junta de gobierno del banco central estaría dispuesta a bajar 25 puntos base su tasa de referencia en su comunicado del 14 de noviembre. Esto derivado de la alta posibilidad de que en dos semanas antes la Fed haga lo mismo. Banxico no parece tomar ningún riesgo por iniciativa propia

dicen economistas de SIF ICAP.

Adicionalmente, habrá que esperar las cifras más recientes de producción y exportación de autos que pudieron verse visto afectadas con la huelga de trabajadores de General Motors en Estados Unidos, lo cual afecta las cadenas de producción.