El pago de impuestos acecha otra vez a empresas digitales como Netflix, Spotify, Facebook o Uber, después de que la Unión Europea lanzara una propuesta para gravarlas con un impuesto del 3%.

La propuesta de la Comisión Europea se mantiene en discusión, por eso algunos países que integran el bloque económico, como Reino Unido, presentaron sus iniciativas que esperan implementar durante este año.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) discute desde hace años la mejor manera de implementar el impuesto con el objetivo de homologar los mecanismos de recaudación entre los países miembros, entre ellos México, y espera tener resultados en 2021.

En el escenario ideal, de acuerdo con especialistas consultados, la Unión Europea debería esperar a que los países de la OCDE lleguen a una conclusión para alinear el sistema tributario a nivel mundial y en el futuro, evitar la doble tributación, es decir, que las empresas paguen dos veces por una operación.

Estamos en un momento de inflexión a nivel de tributación en el mundo. La digitalización ha impulsado cambios importantes en el tema tributario y el sistema actual, no alcanza para gravar ese tipo de compañías por lo que es necesario impulsar una discusión amplia que contribuya a la generación de impuestos

Jesús Aldrín Rojas, socio líder de QCG Transfer Pricing Practice.

Las empresas digitales se han convertido en un dolor de cabeza para los diferentes gobiernos, ya que la diferente naturaleza digital de sus operaciones está fuera del alcance de los mecanismos tradicionales de tributación y dificultan la fiscalización en los países en los que operan en donde no suelen tener un domicilio fiscal.

En este sentido, pueden presentarse oportunidades para eludir impuestos ya que las inconsistencias en las normas fiscales permiten que los beneficios o utilidades de las compañías sean desviados a jurisdicciones de baja o nula tributación.

La pérdida recaudatoria por esta erosión de la Base Imponible y el Traslado de Beneficios (BEPS, por sus siglas en inglés), oscila entre el 4% y el 10% de la recaudación mundial por impuestos sobre sociedades, es decir, al menos entre 100,000 millones y 240,000 millones de dólares al año, de acuerdo con estimaciones de la OCDE.

La Comisión Europea plantea cobrar 3% a los ingresos de empresas multinacionales que tengan una facturación anual superior a los 7,500 millones de euros, tres millones de ingresos por las operaciones en el país al que harán el pago y tengan más de 100,000 usuarios, como ya sucede en España desde enero de este año.

La imposición de esta tasa, que permitirá elevar los niveles de recaudación, no ha sido bien recibida en Estados Unidos, país de origen de varias empresas que operan desde una plataforma tecnológica.

Los especialistas coinciden en que la propuesta va dirigida a las multinacionales con ganancias que les permitirán enfrentar el pago del impuesto y en algunos casos, podrán evitar trasladar el costo a los consumidores, sin que implique una merma en sus ingresos por ventas de servicios o productos.

Entre estas empresas se encuentran Amazon, que tuvo ingresos anuales por 232,887 millones de dólares (mdd); Google, con ingresos por 138,819 mdd; Microsoft, con 118,459 mdd y Netflix, con ingresos de 15,794 millones de dólares.

En medio de la discusión, los empresarios estadounidenses declaran que el impuesto que plantea la Unión Europea es una barrera comercial e infringe el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS, por sus siglas en inglés) de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Hemos visto en los últimos meses reacciones del gobierno de Estados Unidos en materia comercial. Es muy probable que el presidente Donald Trump responda con un impuesto similar dirigido a la Unión Europea

Roberto Colín Mosqueda, vocero de la Comisión Fiscal 2 del Colegio de Contadores Públicos de México.

El panorama apunta a que la Unión Europea no esperará a la OCDE para fiscalizar a las empresas digitales, por lo que los países que integran la Organización deberán comenzar su implementación de forma inmediata, incluido México, en donde el diputado Javier Salinas, del PRD, presentó una iniciativa en línea con la propuesta europea.

México está listo para implementar el régimen fiscal que la OCDE decida, en donde se ha caracterizado por ser un miembro activo en las discusiones, los especialistas.