La disputa comercial entre productores de jitomate –o tomate rojo– podría traer al debate el salario de los jornaleros mexicanos.
Los productores de Florida, Estados Unidos, argumentan que el pago por jornada laboral de los trabajadores del campo en México es más bajo que en su país, y esa es una de las razones que propicia la competencia desleal en el precio del fruto.
Los productores de Florida, que acusan a México de competencia desleal por lo que suspendieron un acuerdo antidumping vigente desde 1996, lograron que el gobierno de Estados Unidos impusiera un arancel de 17.5% por las exportaciones de jitomate mexicano.
Estados Unidos es el principal receptor del tomate rojo. México envía 47% de su producción total, cuyo valor comercial es de 8,936 millones de dólares.
Si bien el pago que reciben los jornaleros no es el principal punto de desencuentro entre los tomateros, llega al debate después de que los bajos salarios en el sector manufacturero fuera uno de los temas más espinosos durante la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ahora T-MEC.
Los salarios van a estar en la agenda de los estadounidenses, aunque en este caso es más complicado encontrar solución. En sectores como el automotriz se contaba con empresas altamente productivas vinculadas a marcas norteamericanas con capacidad de hacer ajustes, en este caso el margen es más reducido
dijo José Luis de la Cruz, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
El sector primario, que agrupa a los subsectores de ganadería, agricultura, pesca y caza, empleó a 6.7 millones de personas en México al cierre del año pasado, cifra 2.7% menor en comparación con los 6.9 millones de 2017.
El empleo agrícola representa poco menos de 50% de la fuerza laboral en el país, y la mitad de los trabajadores del campo viven en condiciones de pobreza, de acuerdo con la Organización Mundial del Trabajo.
Las condiciones de trabajo de los agricultores, en algunos casos, no son las mejores, ya que tienen salarios bajos, jornadas de trabajo extremas y no cuentan con prestaciones básicas, condiciones que abonan a su precarización.
Para mejorar las condiciones de trabajo de los jornaleros, México debe hacer esfuerzos para adoptar el convenio sobre la inspección del trabajo en el sector agrícola de la OIT que establece los derechos básicos en el trabajo.
Los productores de tomate hacen cambios para que la gente tenga acceso al seguro social y mejores salarios. En Sinaloa hay hortalizas en donde se da acceso a vivienda, escuelas y servicios de salud para que tengan condiciones de vida aceptables
comentó Juan Carlos Anaya, director general de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.
Negociación en el pantano
Sin que la diferencia en los salarios de los jornaleros de Florida sea uno de los temas prioritarios en la discusión, retrasaría las negociaciones sobre las exportaciones mexicanas de tomate rojo ante la dificultad de llegar a un acuerdo para que los productores aumenten el pago a los trabajadores.
El caso se complica por la coyuntura política, dado que, en aras de ganar votos camino a las elecciones presidenciales, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, podría optar por proteger a los productores de tomate de Florida, uno de los estados decisivos por representación en las elecciones.
Estados Unidos piensa que México tiene una competencia desleal por los salarios, cuando eso es producto de una precarización del mercado laboral que se ha observado en lo últimos años y que de alguna manera se tiene que revertir, aunque no va a ser fácil
dijo De la Cruz.
Por ahora, los productores mexicanos confían en lograr un acuerdo con la oficina de comercio de Estados Unidos para retomar la suspensión del pago de arancel para el jitomate mexicano y evitar un impacto de 350 millones de dólares por año.