La economía mexicana cerró el 2022 con una tendencia de desaceleración, a pesar de que se revisó al alza el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el PIB de México aumentó 0.5% en último trimestre del 2022, que representó el menor nivel en los últimos cinco trimestres.
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Este incremento superó el estimado oportuno de 0.4%, aunque no evitó que la actividad económica del país siguiera perdiendo fuerza, tendencia que comenzó en el segundo trimestre del año pasado.
Sorpresa positiva
Para Banorte, la revisión al alza de la cifra preliminar estaría impulsada por una sorpresa positiva de la industria en diciembre y mayor optimismo para los servicios.
La fortaleza estaría impulsada por la construcción, en nuestra opinión derivado de menores precios y el mayor interés por espacios industriales
detalla el grupo financiero.
El sector de la construcción obtuvo un crecimiento de 2.2% trimestral, mientras la minería subió 1.2%; no obstante, la manufactura nacional se contrajo 0.6%, retroceso que se explica por un efecto de base negativo y la debilidad del exterior.
En tanto, las actividades terciarias apenas crecieron 0.1%, donde la fortaleza provino de los servicios, ya que se presentaron disminuciones en el comercio tanto minorista (1.5%) como mayorista (1.3%).
Por lo que, según Banorte, es posible que haya prevalecido cierta resiliencia en entretenimiento y el transporte, con la educación y la salud ganando ritmo.
Finalmente, las actividades primarias aumentaron 2.0%, con condiciones climáticas favorables para los cultivos en el último trimestre del 2022.
