La economía de México perdió fuerza durante agosto pasado, resintiendo las actuales presiones locales y globales, como la debilidad estadounidense y la aún elevada inflación.
El Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), reveló un crecimiento mensual de 0.17% en el octavo mes del 2023.
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Esta alza representa la menor variación para la actividad económica del país en los últimos tres meses y comenzó a trazar una tendencia de desaceleración al inicio de la segunda mitad del año.
Además, aún se puede registrar una disminución de la economía mexicana en el periodo de análisis, ya que el límite inferior del IOAE fue de -0.94%.
Debilidad general
Por grandes actividades, las terciarias, que señalan el comportamiento del consumo privado, mostraron un incremento mensual de 0.16%, el peor resultado en tres meses.
Dicho incremento resiente que la inflación sigue alta, pese a su desaceleración, así como las elevadas tasas de interés, que en conjunto terminan erosionando el poder adquisitivo.
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Aunque cabe señalar que la cifra no fue negativa por los bajos niveles de desempleo, el alza en los salarios y la entrada de remesas.
En tanto, las actividades secundarias crecieron 0.18% mensual, el menor nivel en los últimos seis meses, producto principalmente de la caída de la manufactura de Estados Unidos.
A tasa anual, la economía mexicana aumentó 3.4% en agosto pasado, inferior a las alzas de 3.6% en julio y de 4.0% en junio; no obstante, lleva cinco meses consecutivos superando la barrera de 3.0%.
