El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que los indicadores más recientes muestran que la economía de México mantiene un desempeño favorable, sin embargo, advierte sobre una desaceleración e incluso una tendencia a la baja. 

De acuerdo con la organización asesora del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), los valores históricos que han alcanzado algunos de los indicadores económicos se encuentran en línea con los pronósticos de un crecimiento superior a 3.0% para el cierre de este año.

Economía de México, con datos positivos

Un ejemplo del buen paso se encuentra en el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), el cual alcanzó un aumento de 0.4% durante agosto, ligeramente superior al 0.3% estimado. En su comparación anual arrojó un avance de 3.5%. 

Respecto a las cifras de empleo formal, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indicó que hasta septiembre contaba con 22.1 millones de trabajadores afiliados, 1.5 millones más que en su nivel prepandemia.

El consumo también cuenta con un buen desempeño. Si bien en su comparativa mensual no hubo modificaciones, la cifra del octavo mes de 2023 estuvo 4.1% por encima de lo mostrado el año anterior. 

La inflación se encuentra en sintonía con el resto de los números. Durante la primera quincena de octubre el índice de Precios al Consumidor (IPC) subió 0.24%, con lo cual la inflación anual se ubicó en 4.27%, la más baja desde la segunda quincena de marzo de 2021. El componente subyacente anual fue de 5.54%, el menor desde la segunda quincena de noviembre del mismo año. 

Se espera una desaceleración para México

Respecto a los signos de desaceleración, el instituto a cargo de Carlos Hurtado apuntó que se encuentran en consonancia con el menor crecimiento esperado para el Producto Interno Bruto (PIB) en 2024.

El CEESP reiteró su postura de que la recuperación económica tras la pandemia ha sido lenta y agregó que las cifras más recientes muestran la falta de vigor para consolidar un crecimiento elevado y sostenido.  

Durante septiembre, el IGAE habría tenido una desaceleración tanto mensual como anual, según el indicador oportuno. El dinamismo del consumo también es descendente. 

En el caso del PIB, durante el primer semestre del año logró un crecimiento de 3.6%, sin embargo, se mantiene 3.4% por debajo de su tendencia prepandemia. Situación similar se puede encontrar en el empleo. 

Sería preocupante que esta tendencia a la debilidad se prolongara, sobre todo dentro del entorno de grandes oportunidades que la relocalización de las inversiones y las cadenas productivas le ofrecen al país

subrayó el CEESP en su Análisis Económico Ejecutivo semanal. 

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