El demócrata Joe Biden está a unas horas de ser oficialmente el presidente de Estados Unidos, en medio de una de las peores crisis económicas de la historia. 

La economía mundial parece haber asimilado el golpe por la pandemia del COVID-19 y este año sería el inicio de la recuperación, sin embargo, en el camino hay grandes interrogantes, entre ellas si la vacunación acelerará el crecimiento. 

Hasta diciembre, la tasa de desempleo en Estados Unidos fue de 6.7%. Con un total de 10.7 millones de personas sin trabajo, según el Departamento de Trabajo de Estados Unidos.

En abril, cuando se aplicaron medidas estrictas de confinamiento, la tasa de desempleo se situó en 14.8% y a partir de ese mes se ha ido reduciendo, aunque aún se mantiene muy por encima del 3.5% registrado en febrero de 2019, un mínimo desde 1969. 

Al cierre de 2020, el mercado laboral estadounidense ya daba señales de desaceleración, pues en diciembre se perdieron 140,000 plazas, poniendo freno a la recuperación de empleos que se registró a partir de abril.

La estancada del mercado laboral pone presión al gobierno de Biden y para ello anunció un paquete de 1.9 billones de dólares, que incluye dinero para las personas desempleadas, sin embargo, analistas prevén una recuperación lenta.  

Solicitudes iniciales por desempleo 

Uno de los indicadores más seguidos es el de las solicitudes iniciales por seguro de desempleo, que semanalmente da el pulso del mercado laboral. 

Hasta la primera semana de enero, se recibieron 965,000 solicitudes iniciales por seguro de desempleo, la cifra más alta desde agosto. 

Con ello, se puso fin a una racha de tres bajas consecutivas y se acercó nuevamente al millón de solicitudes por semana, muy por encima del máximo de 665,000 solicitudes registrado durante la crisis de 2008-2009.

“La economía claramente necesita más apoyo de Washington porque ahora mismo el aumento de las solicitudes de subsidios de desempleo nos dice que la recuperación del mercado laboral se ha estancado y que la dirección es totalmente descendente”, dijo Chris Rupkey, economista jefe de MUFG, citado por Reuters.

Durante marzo, cuando se cerró la actividad económica por la primera oleada de COVID-19, las solicitudes marcaron un nivel nunca antes visto: 6.8 millones en una sola semana, mientras que en el acumulado de mediados de marzo a finales de abril, cerca de 40 millones de personas pidieron la ayuda por desempleo por primera vez.  

Parte del plan de estímulo económico que impulsa Biden en el Congreso incluye elevar el salario mínimo federal a 15 dólares por hora, lo que seguramente enfrentará resistencias por parte de los republicanos, así como la extensión de los subsidios por desempleo.

PIB 

La recuperación del mercado laboral generará un efecto dominó para otras ramas de la economía e impulsará la demanda.

De manera general, la economía de Estados Unidos tendrá su mayor contracción desde la Segunda Guerra Mundial, según el Banco Mundial, al caer 3.6% en 2020.

El organismo internacional prevé que en 2021 el PIB repunte 3.5% y será tarea de Joe Biden y su equipo económico, encabezado por la expresidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, lograr ese pronóstico. 

Además, aunque es posible que la vacunación a gran escala ayude a impulsar el gasto del consumidor, importantes industrias como la área y la turística tardarán mucho más en recuperarse, lo que puede lastrar los planes del demócrata.

Con información de Miguel Moscosa