La economía de Estados Unido creció 3.5% en el tercer trimestre, sostenida por un aumento del gasto del gobierno y las inversiones, pese a una baja en el consumo, informó este miércoles el Departamento de Comercio.
Sumado al crecimiento del PIB de 4.3% en el segundo trimestre, el informe confirma que los recortes impositivos impulsados por el presidente Donald Trump han ayudado a las empresas, aunque hay señales de una baja en las compras de automóviles y consumo de los hogares. Se trata del mejor crecimiento semestral desde mediados de 2014.
El crecimiento del PIB del trimestre julio-septiembre no sufrió cambios respecto a su estimación inicial del mes pasado.
Los analistas esperaban una revisión levemente al alza de 3.6%.
Pero las crecientes tasas de interés e incluso la escasez de mano de obra están empezando a afectar al mercado inmobiliario. De acuerdo con el informe, la compra de viviendas cayó 2.6% en el periodo, aunque es una baja mucho menor a la inicialmente reportada.
El consumo subió menos a lo estimado en el informe del mes pasado, debido fundamentalmente al menor gasto en automóviles.
Pese al crecimiento robusto, la guerra comercial impulsada por Trump con China y otros países siguen siendo una traba para la economía estadounidense, con cientos de miles de millones de dólares sujetos a aranceles.
Las exportaciones cayeron 4.4% en el tercer trimestre, un punto porcentual más de lo estimado originalmente, mientras que las importaciones treparon 9.2%.