La disputa comercial que inició el presidente Donald Trump con México amenaza con minar la confianza que se tenía en la esperada ratificación del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), luego de que la relación diplomática entre ambos países fue puesta a prueba.

Adicionalmente, la aprobación del nuevo tratado también pende de un hilo ante las dudas del Partido Demócrata, que exigía a México cambios en las leyes laborales.

Un retraso en la ratificación e implementación generará mayor incertidumbre y afectaría la inversión, por lo que es uno de los riesgos que frenaría el crecimiento de la economía nacional, de acuerdo con el último reporte trimestral del Banco de México.

El intercambio comercial entre ambos países al cierre del año pasado tuvo un valor de 574,113 millones de dólares, 10.1% más comparación de los 521,410 millones de dólares de 2017. Las exportaciones de México a Estados Unidos representan el 35% del Producto Interno Bruto.

De acuerdo con datos del banco central, uno de los principales temas que genera temores entre empresarios y analistas es la incertidumbre sobre el futuro de las políticas de comercio exterior. 

En la última semana la situación de México se deterioró, porque el mercado absorbe el miedo de forma veloz, por ello, las constantes amenazas de Trump de imponer el arancel causan volatilidad en la confianza de los inversionistas y las empresas hacia México

dijo Manuel González, analista senior de Signum Research.

Aunque las probabilidades de que el T-MEC se apruebe en los Congresos de los países este año y su implementación comience a partir de 2020, el presidente Trump dejó claro que mantendrá su posición sobre los aranceles en caso de que México no detenga el flujo de migrantes que buscan llegar a su país.

“Hay que tomar en cuenta que si se aplican tarifas unilaterales, nos alejamos del modelo del tratado de libre comercio, y podría seguir que no se aprobase (el T-MEC), que no entre en vigor, o deje de estar en vigor un acuerdo de libre comercio y, entonces todas las inversiones que tengamos previstas en México tendrían que considerar eso”, dijo Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, en conferencia de prensa el lunes.

Asesinato de Camarena, un punto de quiebre

Para poder imponer el pago de aranceles a México, los cuales están prohibidos en el marco del todavía vigente Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), Trump invoca la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, que le permite declarar una emergencia nacional e imponer sanciones económicas a otros países ante una ‘amenaza inusual y extraordinaria’.

Esta ley, decretada en 1977, ha permitido a los presidentes de Estados Unidos imponer sanciones sobre países como Irán, Corea del Norte, o Siria, con los que ha mantenido conflictos bélicos y diferencias sobre el uso de armas químicas.

Trump la usó para imponer los aranceles al acero y aluminio, medida que dio paso a la guerra comercial con China.

Para evitar las imposiciones de aranceles a México, funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Economía y Agricultura viajaron a Washington D.C. la semana pasada para evitar la imposición de aranceles.

El canciller Marcelo Ebrard, quien lideró un pequeño equipo para negociar directamente con Mike Pence y Mike Pompeo, vicepresidente y secretario de Estado respectivamente, calificó la negociación como difícil y tensa, debido a que el presidente de Estados Unidos condicionó las relaciones comerciales al tema migratorio.

Una de las crisis bilaterales más complicadas en México y Estados Unidos en la historia moderna se vivió en 1985 cuando el narcotraficante Rafael Caro Quintero, uno de los fundadores del cártel de Guadalajara, fue acusado de secuestrar y asesinar a Enrique Camarena, agente de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en ingles), lo que llevó al entonces presidente Ronald Reagan a aumentar la vigilancia en aduanas y cerrar la frontera con México por unos días.

Se vivieron grandes momentos de tensión después del asesinato de Camarena. Se rompieron muchas de las normas no escritas que regían la relación entre México y Estados Unidos. El presidente Reagan aprovechó el momento para presionar al gobierno mexicano de parar el paso de drogas, mientras México ayudaba a restablecer la paz en América Central, que vivía guerras civiles, para mantener el orden en la frontera

dijo Harim Gutiérrez, investigador de política y cultura de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), campus Xochimilco.

Los especialistas consultados coincidieron en que es complicado confiar en las políticas y medidas que emprenderá Trump, quien iniciará su campaña de reelección el 18 de junio, no obstante, proyectan que el T-MEC quedé aprobado por los tres países este año.

Las acciones de Trump son más políticas que económicas, y aunque pueden crecer por las próximas elecciones, proyectamos que el Tratado se ratificará por la presión que ejercen las empresas y cámaras comerciales, porque serían las primeras afectadas al no tener libre comercio porque hay productos que cruzan varias veces la frontera y será difícil desatar esta relación

comentó Víctor Valdivia, presidente de Kratos Consultores, una consultoría de análisis económico y político.