El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), órgano asesor en materia económica del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), estima que la devastación en Acapulco, producto del paso del huracán Otis, ejercerá una importante presión sobre los recursos del erario. 

Se prevé que el Presupuesto de Egresos de la Federación para 2024 (PEF 2024) sea aprobado a mediados de este mes y ante ello el CEESP señaló que las circunstancias son propicias para que el PEF 2024 considere e incluya las necesidades para atender la devastación causada por Otis, con el fin de mitigar la destrucción. 

A pesar de que el CEESP señala que no es viable una modificación a la Ley de Ingresos ya aprobada para 2024, que incluye una deuda elevada que supera “por mucho el presupuesto previsto para la inversión pública” y es inapropiada desde el punto de vista fiscal, además de que contraviene a la Constitución, señaló que ante la emergencia se debe prever la modificación para considerar atender la devastación en Guerrero. 

Asimismo, el organismo empresarial recordó que la renuencia a modificar la composición del presupuesto en 2020, cuando se presentó la pandemia de COVID-19, implicó gastos sanitarios y económicos elevados, incluyendo una tasa de mortalidad de las más elevadas en el mundo.

Puerto de Acapulco Otis Reuters
Puerto de Acapulco Otis Reuters

Recuperación por Huracán Otis, sin consideraciones en el PEF 2024

La semana pasada, el gobierno federal anunció un plan de emergencia para Acapulco por más de 61,000 millones de pesos; sin embargo, hasta ahora no se han previsto en el PEF 2024 estos recursos a pesar de que la administración federal ha argumentado que se cuenta con el presupuesto para atender la tragedia. 

El CEESP agregó que la falta de presupuesto asignado al desastre causado por el huracán Otis y la imposibilidad legal de utilizar recursos de la Tesorería (por su ausencia en el PEF) complicará la recuperación, reconstrucción y rehabilitación de Acapulco, así como de las ciudades y regiones afectadas por el fenómeno natural. 

Ante esta situación, destacó que la desaparición del Fondo Nacional de Desastres Naturales (FONDEN) en su forma previa de fideicomiso ha sido grave, debido a que no se cuenta con recursos precautorios.

La figura del fideicomiso le daba seguridad al mantenimiento del Fondo en niveles adecuados. Al ser ahora solamente un programa presupuestario, no necesariamente se le destinan los recursos no utilizados

dijo el CEESP en un comunicado. 

CEESP señala que hay signos de debilidad en las finanzas públicas 

En el periodo de enero a septiembre, los ingresos del sector público incrementaron 0.4% impulsados por el crecimiento de 9.1% en los ingresos tributarios. Cabe destacar que en estos cálculos influye la diferencia en la recaudación del Impuesto Especial de Producción y Servicios (IEPS), que fue 5.1 veces mayor a la cifra del año pasado como consecuencia de la disminución del subsidio a los precios del combustible.

Al descontar el efecto del cambio del IEPS, los ingresos continúan mostrando riesgos de sostenibilidad. Los ingresos totales cayeron 4.5% respecto al periodo de enero a septiembre de 2022, los tributarios  crecieron sólo 1%, mientras que el Impuesto Sobre la Renta (ISR) subió 3.7%.

Por su parte, la recaudación del Impuesto al Valor Agregado (IVA) descendió 4.7%, la señal de que el consumo aún no se recupera. En cambio, las erogaciones siguieron al alza en los tres primeros trimestres del año. 

El gasto público incrementó 5.1% por un costo financiero de la deuda que creció 27.5% y el aumento del 15.3% en subsidios, transferencias y aportaciones. El déficit fiscal llegó a 645,000 millones de pesos y fue 74.9% mayor al del año pasado, mientras que el superávit primario alcanzó 112,000 millones de pesos, es decir, 48% menor al de enero a septiembre del año anterior. 

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