Durante julio pasado, el desempleo y la informalidad en el país registraron alzas, manifestando la vulnerabilidad del mercado laboral mexicano y la debilidad de la demanda externa, particularmente de Estados Unidos.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la tasa de desocupación en México llegó a 2.88% de la población económicamente activa (PEA) en el séptimo mes del 2023.
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Este nivel de desempleo fue mayor al registro del mes previo (2.67%), pero todavía se mantiene por debajo del umbral de 3%.
Si bien el bajo desempleo se asocia con las nuevas inversiones extranjeras y con el autoempleo dentro del sector informal, el mercado laboral doméstico está presentando los síntomas de merma en Estados Unidos en la segunda mitad del año, situación que impacta directamente a la industria local.
Recientemente se revisó a la baja el crecimiento de la economía norteamericana para el segundo trimestre del año, de 2.4 a 2.1%.
Vulnerabilidad latente
Además, la tasa de informalidad laboral, que considera a los ocupados laboralmente vulnerables por la naturaleza informal de la unidad económica para la que trabaja o que su vínculo laboral no es reconocido por su fuente de trabajo, aumentó.
Para julio, esta tasa se ubicó en 55.53% de los ocupados, hilando tres meses con alzas y registrando el mayor nivel en los últimos 13 meses.
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La PEA, al alza
En términos generales, la PEA fue de 61.4 millones de personas, lo que implicó una tasa de participación de 60.9%. Dicha población fue superior en 1.9 millones de personas a la de julio del 2022.
Al interior de la PEA, 59.5 millones de personas (96.9%) estuvieron ocupadas durante el séptimo mes de este 2023, dos millones más que en el mismo mes de un año antes.
Además, las personas subocupadas, las que declararon tener necesidad y disponibilidad para trabajar más horas, fueron 4.8 millones (8.1% de la población ocupada), un incremento de 53,000 personas con relación a julio del año pasado.