La demanda de crédito en los segmentos de empresas grandes no financieras, PyMEs no financieras, tarjetas de crédito, crédito automotriz, créditos de nómina, personales y crédito hipotecario se redujo en el segundo trimestre del año, según la Encuesta sobre Condiciones Generales y/o Estándares en el Mercado de Crédito Bancario, realizada por Banco de México.

De acuerdo con el documento, la contracción en dichos segmentos fue reportada tanto por los bancos con mayor participación de mercado -que representan al menos el 75% del saldo de la cartera de crédito bancario del segmento correspondiente- como por los de menor participación.

Sus expectativas son que para el tercer trimestre la demanda aumente en los segmentos de PyMEs no financieras, intermediarios financieros no bancarios y tarjetas de crédito.

En relación al crédito hipotecario, los bancos con mayor participación anticipan en  que la demanda por crédito hipotecario permanecerá sin cambios, mientras que los bancos con menor participación prevén en promedio una disminución en la demanda.

 Deterioro en la cartera y solicitud de apoyos 

Los bancos también estiman que durante el 2020 la calidad de su cartera se deteriore “en todos los segmentos de crédito considerados en la encuesta”, detalló Banxico.

En el segmento de empresas grandes no financieras, 100% de los bancos con mayor participación de mercado anticipan un deterioro moderado en la cartera correspondiente. En tanto, entre los bancos con menor participación, el 69.6% anticipa un deterioro moderado, mientras que 21.7% anticipan que la calidad de la cartera permanecerá sin cambios y el el 8.7% de estos bancos tiene la expectativa de un deterioro importante. 

En el segmento de PyMEs no financieras, el 83.3% de los bancos con mayor participación considera que habrá un deterioro moderado en la cartera, mientras que 16.7% anticipa un deterioro importante.

Entre los bancos con menor participación, 59.1% espera un deterioro moderado, 27.3% un deterioro importante y 13.6% considera que permanecerá sin cambios. 

Dentro del segmento de crédito hipotecario, entre los bancos con mayor participación, 66.7% anticipa un deterioro moderado de su cartera, en tanto que 16.7% prevé que se deteriorará de forma importante y otro 16.7% espera que permanezca sin cambios. Entre los bancos con menor participación, 75.0% espera un deterioro moderado, 12.5% un deterioro importante y otro 12.5% que permanezca sin cambios.

En otro grupo de preguntas, la encuesta indagó en el porcentaje de la cartera de crédito que esperan solicite los programas de diferimiento de pagos asociados a la pandemia de COVID-19 en cada institución.  

En el segmento de empresas grandes no financieras, un 60% de los bancos con mayor participación considera que entre 21% y 30% de la cartera se adheriría a los programas. Entre los bancos de menor participación, 36.4% opina que entre 21% y 30% de la cartera solicitaría adherirse a los programas. 

Para el caso de las Pymes, el 33.3% de los bancos con mayor participación estima que entre 31% y 40% solicitaría ingresar a los programas, mientras que otro 33.3% considera que sería entre 51% y el 60% de la cartera.

De los bancos de menor participación, 30% contempla que entre 21% y 30% de la cartera haga uso de esos programas. En crédito al consumo la expectativa es menor, pues 33.3% de los bancos con mayor participación estima que entre 0% y 10% de la cartera solicitará los programas, mientras que los bancos con menor participación el 23.5% considera que entre el 11% y el 20% se adheriría a los programas, solo el  23.5% estima que más del 30% solicite apoyo. 

En el caso del crédito hipotecario, las opiniones están empatadas, el 33.3% de los bancos con mayor participación considera que entre el 11% y el 20% de la cartera solicitaría acceso al programa; otro 33.3% estima que sería entre el 21% y el 30%, y el restante 33.3% que sería entre el 31% y el 40% de la cartera.

En los bancos de menor participación el 28.6% estima que entre el 0% y el 10% de la cartera solicitaría acceso al programa, 28.6% estima que sería entre el 21% y el 30%, mientras que otro 28.6% estima que sería entre el 31% y el 40% de la cartera.