Durante julio pasado, el consumo privado en México registró su segundo aumento al hilo, aunque lejos del promedio de crecimiento que presentó en los primeros meses del año en curso.

La elevada inflación que se vive en el país, más un plan antiinflacionario que sigue sin dar resultados y un ciclo alcista de la tasa de política monetaria como respuesta del banco central, continúan estancado el consumo de los hogares.

De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI), que mide el gasto por parte de las familias en bienes y servicios de consumo, incrementó 0.06% en julio del 2022, respecto a junio.

CONSUMO PRIVADO

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Esta variación del IMCPMI significó la segunda alza consecutiva, ya que en junio se presentó un ascenso de 0.09% en junio, pero ambas tasas fueron débiles y se puede interpretar como una fase de estancamiento debido a que quedaron por debajo de 0.1%.

La debilidad del consumo privado es más notoria si se compara con los primeros cuatro meses del 2022, periodo en el que el promedio de crecimiento mensual fue de 0.79%.

Inflación sigue como principal presión

El principal factor del estancamiento del consumo privado es la inflación y las diferentes estrategias utilizadas para controlarla.

Para Ve por Más (Bx+), en lo que resta del año, la inflación seguirá alta, erosionando el poder adquisitivo de los hogares.

Esto provocaría que las tasas de interés y el costo de los créditos sigan aumentando. Además, esperamos un menor dinamismo en el crecimiento económico y, por lo tanto, en la generación de empleos

reportó el grupo financiero.

En julio la inflación anual, que se aceleró particularmente por la invasión rusa en Ucrania, conflicto que eleva los precios internacionales de algunas materias primas, llegó a 8.15%, el mayor nivel en más de 21 años, lo cual resta al poder adquisitivo.

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Plan antiinflacionario no da el ancho

Además, la apuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador para detonar el consumo fue un plan antiinflacionario que pretende estabilizar los precios de 24 productos de la canasta alimentaria, aunque todavía sus efectos en el IMCPMI no se reflejan.

En julio, el Índice del Paquete Contra la Inflación y la Carestía (PACIC), realizado por El CEO, creció 14.58% anual, la mayor variación en los últimos 23 años, demostrando que el primer plan no da resultados.

Ante esto, se lanzó recientemente el PACIC 2.0, en la que el gobierno federal y la iniciativa privada acordaron que el precio de la canasta de 24 productos será de 1,039 pesos, menor a 1,129 pesos actuales.

Remesas, insuficientes

Tampoco el dinamismo de las remesas, que en julio alcanzaron máximo histórico con 5,297 millones de dólares, detonó el consumo privado, que representa alrededor de 65% del PIB nacional.

En su comparativo anual, las remesas aumentaron 16.5%, consiguiendo 16 meses seguidos con tasas de doble dígito.

En los primeros meses del 2022, el esfuerzo de los connacionales por enviar dinero a sus familiares pesó más que la inflación.

Componentes del consumo privado

De los componentes del IMCPMI, el gasto en bienes y servicios de origen nacional mostró un crecimiento mensual, con ajuste estacionario, de 0.17%, después de dos caídas al hilo.


En su interior, el subíndice de bienes incrementó 1.13%, tras tres meses con descensos, implicando un efecto rebote, mientras el de servicios se desplomó 0.91%, el tercero seguido, manifestando el fin de efecto reapertura.

Por su parte, el componente de bienes importados bajó 0.82%, con cinco meses previos de alzas, implicando aún algunas interrupciones en las cadenas mundiales de proveeduría.

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