La alta inflación ha provocado que al interior de los hogares mexicanos impere la cautela sobre el consumo y muestra de ello son los datos de recaudación del IVA en lo que va del año, así como el optimismo de los consumidores de cara a los próximos meses.

Entre enero y abril de este año, la captación del Impuesto al Valor Agregado (IVA)—que grava el consumo final de productos y servicios— tuvo una caída de 3.8% real anual a un total de 400,401 millones de pesos, siendo la caída más pronunciada para un mismo periodo desde 2013, de acuerdo con los datos publicados por la Secretaría de Hacienda.

Para los primeros cuatro meses del año, la dependencia a cargo de Rogelio Ramírez de la O esperaba recaudar 421,389.9 millones de pesos, es decir, se quedó por debajo a lo observado en 20,988.5 millones.

En cuanto al optimismo de los consumidores, la directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, planteó que los mexicanos están evaluando el impacto por la alta inflación.

Los hogares siguen evaluando los efectos positivos de la lenta recuperación económica sobre su capacidad de consumo y los efectos negativos de las presiones inflacionarias, así como eventos externos que son fuente de incertidumbre

atribuyó Siller en un análisis.

Sobre las fuentes de incertidumbre, la directora señaló la guerra en Ucrania y las medidas de confinamiento contra el coronavirus en China en abril y mayo.

Señales de cautela

Hacia los próximos meses en los hogares mexicanos parece que permanecerá la cautela en cuando a la compra de bienes durables, tales como televisores o lavadoras u otros electrodomésticos.

En la medición de este sentimiento, el INEGI levanta la encuesta de confianza del consumidor y en su apartado sobre las expectativas para adquirir dichos bienes en los próximos 12 meses se observó una caída de 0.9 unidades para situarse en 25.5 puntos en mayo.

Hacia adelante, existe el riesgo de un deterioro de la confianza del consumidor en las perspectivas a nivel hogar y de consumo de bienes durables, debido a que la elevada inflación y la lenta recuperación del mercado laboral ha deteriorado la capacidad de consumo de la población

añadió Siller

Otro descenso de mayo

Además de que el optimismo decayó en el quinto mes del año, otros datos de consumo apuntan a otro descenso de 1.5% mensual, la caída más notable desde agosto del año pasado, según el Indicador de Consumo Big Data BBVA Research.

Este indicador evalúa tanto el comportamiento tanto de bienes como servicios, en el que destaca la caída del sector turismo después del alto dinamismo registrado en abril por las vacaciones de Semana Santa. El segmento de hoteles que se contrajo 10.0%; mientras que el componente de restaurantes cayó 3.6% mensual en mayo.

Respecto al consumo de bienes este segmento mostró un retroceso de 1% lo que sugiere que el crecimiento del consumo privado en los primeros meses del año fue temporal y asociado a un mayor gasto durante los periodos vacacionales de México y Estados Unidos, según la economista principal en BBVA Research, Saidé Salazar.

Anticipamos menor dinamismo del gasto en un entorno de alta inflación y una política monetaria más restrictiva, con efecto sobre el ingreso disponible de los hogares y su capacidad de endeudamiento

señala el análisis.

Las débiles señales se dan con una inflación que hasta la primera quincena de mayo fue de 7.58% anual y según Banco de México (Banxico) hacia el cierre del año promediará 6.4% anual.

En cuanto a crecimiento económico, Banxico prevé que la expansión sea de 2.2% este año, menor a su expectativa previa de 2.4%. De anotar ese crecimiento, la recuperación de la actividad a niveles prepandemia se daría en el primer trimestre del próximo año.