La emisión de bonos que realizó Petróleos Mexicanos (Pemex) para otorgar liquidez a los proveedores con los que tiene deudas “se quedó corta” respecto a las expectativas de los inversionistas, destacaron analistas.

El mercado busca tasas de rendimiento superiores a 9.25%, que es el nivel al que se realizó la colocación el pasado martes. 

A lo mejor no fue el mejor momento. Todos los instrumentos están sufriendo en general y el mercado está esperando una mejor tasa a un mejor precio

declaró Jorge Gordillo Arias, director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco. 

Pemex realizó el 31 de mayo, un intercambio par por par de facturas comerciales por notas globales de Pemex con los proveedores que tiene deudas.

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La operación se derivó de una aparente negociación con los proveedores para que de forma voluntaria compraran esos bonos y los vendieran en el mercado secundario para obtener liquidez, ya que la petrolera no les ha pagado. 

Con la “Operación de Refinanciamiento de Facturas”, Pemex recaudó 1,500 millones de dólares, en lugar de los 2,000 millones de dólares esperados, pese a que se realizó a una tasa de 9.25% en dólares. 

Sería posible que los proveedores vendieran esos bonos en el mercado para obtener el efectivo que requieren, pero no hay apetito por esos bonos y la tasa tuvo que ser muy alta

comentó Leticia Armenta, analista de energía y académica del Tecnológico de Monterrey.

Pemex reconoce mayor deuda; aleja a inversionistas

Por una parte, el mercado está esperando que sigan subiendo las tasas, y por otro lado, no está dispuesto a asumir los riesgos de tener bonos de una empresa endeudada.

El mercado está viendo que Pemex está reconociendo más deuda y para el mercado es más riesgo. De por sí es un “dineral” lo que debía, y admitir la deuda a proveedores representa un mayor riesgo

aseguró Jorge Gordillo. 

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Destacó que muchos fondos ya no pueden comprar más bonos de Pemex porque tienen baja calificación, y Fitch lo tiene como bono basura

“Pemex tiene varios años que no les ha pagado a los proveedores, los tiene dando vueltas y los tiene ahorcados”, mencionó.

Lo que hizo la petrolera con la Operación de Refinanciamiento de Facturas fue reconocer este retraso como deuda al sacar un bono para que los proveedores lo vendan en el mercado secundario y con ello tengan liquidez. 

Riesgos altos

Para Leticia Armenta, cuando los riesgos de una empresa crecen, los inversionistas aceptan las colocaciones pero a tasas elevadas.

En el momento en que está elevada la tasa y no logra la colocación completa, el mercado está leyendo riesgos mucho más altos y que los inversionistas están tomando a tasas mayores

aseguró.

En un mercado donde los precios del petróleo están altos es preocupante que Pemex no pueda tener flujo suficiente para pagar sus obligaciones, lo que se traduce en alarma y por eso los inversionistas se niegan a participar, reiteró Armenta.

Plan imprevisto 

Otra de las causas por las que la emisión no fue comprada en su totalidad es porque fue adicional al plan habitual de financiamiento de largo plazo de Pemex.

Esta emisión es adicional a los planes que estaba acostumbrado el mercado y por eso no tuvo la demanda esperada, afirmó Gordillo Arias. 

La operación pudo ser resultado de una negociación con los proveedores que presionaron a la petrolera para que les pagara o que ya no estaban dispuestos a seguir ofreciendo sus servicios por la misma causa. 

Para Gordillo, la transacción va a generar mayor riesgo-país porque Pemex ya aceptó que tiene más deuda sobre sus actividades y utilidades.

“Cada año, le inyectan dinero del presupuesto y lo que notamos es que llevamos tres años y la empresa sigue con la deuda igual, no ha bajado”, manifestó el especialista.