El gasto por parte de los hogares mexicanos en bienes y servicios de consumo aún no se recupera de los estragos que causó la pandemia de COVID-19, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Durante los primeros siete meses del 2021 y considerando cifras desestacionalizadas, el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI) se colocó 4.6% por debajo de igual periodo del 2019, es decir, el consumo de las familias se encuentra por debajo de los niveles prepandemia.
Esta caída fue ocasionada por la disminución de 5.9% en el apartado de bienes y servicios de consumo, donde la mayor contracción se dio en servicios, con 10.3%, debido principalmente al descenso de la interacción social por el rebrote del virus.
Los bienes importados crecieron 7.2% entre enero-julio del 2019 e igual periodo de este año, aunque fue insuficiente para conseguir la recuperación del consumo privado.
Consumo privado representa más del 60% del PIB
El IMCPMI mide el comportamiento del gasto realizado por los hogares residentes del país en bienes y servicios de consumo, tanto de origen nacional como importado; quedan excluidas las compras de viviendas u objetos valiosos.
Además, dicho indicador permite dar seguimiento de forma mensual al componente más significativo del Producto Interno Bruto (PIB) por el lado de la demanda, representando 64.9% del total de la economía mexicana.
La inflación ha tenido un rol importante en la dinámica del consumo privado del país, impactando de forma negativa en el poder adquisitivo de las familias mexicanas.
En la primera quincena de septiembre del 2021, los precios al consumidor crecieron 5.87%, variación que significó continuar por sexto mes seguido (12 quincenas) arriba de una tasa de 5%, así como 13 quincenas fuera del objetivo del Banco de México.
El índice subyacente (mercancías y servicios) contribuyó con 63.4% de la inflación nacional.
A lo anterior se añade que entre agosto del 2019 y el mismo mes del 2021, todavía se registra en el país una pérdida de 1,187 empleos asegurados en el IMSS, situación que merma el consumo de las familias.
Consumo privado no volverá a los niveles precrisis este año
Solamente en julio de este año, el IMCPMI aumentó 0.1% a tasa mensual, tras obtener en junio pasado su mayor retroceso en 13 meses (0.7%), es decir, el alza fue producto de un efecto rebote por una baja base de comparación.
Dentro de los componentes de este indicador, resaltan las caídas en servicios de origen nacional (1.2%) y en bienes importados (1.8%).
Ve por más (Bx+) indica que, el endurecimiento de la pandemia a mediados de mes pudo explicar el debilitamiento en el consumo de servicios. “Similarmente, no descartamos que, ante el rebrote del virus, se acentuaron las disrupciones en la proveeduría de bienes, explicando el descenso en bienes importados”.
El repunte en los contagios seguirá afectando las lecturas de agosto y parte de septiembre, especialmente en el rubro de servicios, expuso el grupo financiero.
Estimamos que persistan retos asociados a las interrupciones en la oferta de algunos bienes, la reducción en el poder adquisitivo por la elevada inflación y una incompleta recuperación laboral, en términos de horas trabajadas, remuneraciones y calidad de los empleos
asevera el grupo financiero.
Desde su perspectiva, el consumo privado no volverá a los niveles precrisis este año, pese a que el IMCPMI incrementó 12.8% anual en julio (van 4 tasas consecutivas de doble dígito) y 8.9% en el acumulado de los primeros siete meses del año, ya que estos crecimientos provienen de bases de comparación bajas.