La construcción de viviendas en Estados Unidos cayó más de lo esperado durante julio, la última señal de que los crecientes costos de construcción y los precios de las casas continuaron restringiendo al mercado a inicios del tercer trimestre, de acuerdo con un informe del Departamento de Comercio.

La construcción de viviendas cayó 7.0% a tasa anual desestacionalizada, con 1.53 millones de unidades el mes pasado y la cifra de junio se revisó a 1.65 millones de unidades desde las 1.64 millones informadas previamente. Economistas estimaron una caída a 1.60 millones de unidades.

Por su parte, los permisos para la futura construcción de viviendas aumentaron 2.6% a una tasa de 1.64 millones de unidades en julio. Los permisos para viviendas unifamiliares cayeron 1.7% a una tasa de 1.05 millones de unidades.

No obstante, los permisos para proyectos multifamiliares crecieron 11.2% a 587,000 unidades, lo que refleja el repunte de la demanda de viviendas de alquiler a medida que la economía se reabre por completo.

Este informe se conoció tras el dato del martes de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas que mostró que la confianza entre los constructores de casas unifamiliares cayó a un mínimo de 13 meses en agosto, debido a los mayores costos de los materiales y los precios de las viviendas, lo que está enfriando la demanda.

Los costos de construcción siguen siendo un problema pese a que los precios a futuro de la madera se han desplomado desde un máximo histórico de 1,711 dólares por 1,000 pies tablares en mayo. Pero persiste la escasez de tierra y mano de obra.

La construcción de viviendas ha luchado por ganar tracción desde que alcanzó una tasa de 1.73 ​​millones de unidades en marzo, que fue el nivel más alto desde junio del 2006.

A pesar de que el informe del miércoles mostró un repunte en los permisos de construcción tras tres caídas mensuales seguidas, la ganancia se dio en el volátil segmento de viviendas multifamiliares, lo que hará poco para aliviar la aguda escasez de casas que está elevando los precios.

El número de casas autorizadas para la construcción, pero que aún no habían comenzado el mes pasado, fue el tercero más alto registrado, lo que indica que los constructores seguían indecisos a la hora de emprender nuevos proyectos.

“No hay duda de que la construcción de viviendas ha alcanzado algún tipo de techo a corto plazo, con los precios en aumento reduciendo la asequibilidad y llevando a una caída récord en la proporción de consumidores que sienten que ahora es un buen momento para comprar una casa”, dijo Mark Vitner, economista de Wells Fargo.

La demanda por casas se disparó durante la pandemia de COVID-19, que impulsó la migración de las ciudades a los suburbios y otras áreas de baja densidad mientras los estadounidenses buscaban espacios amplios para el trabajo y el estudio online. La sólida demanda, también impulsada por tasas hipotecarias históricamente bajas, superó con creces la oferta.

El inventario de casas usadas se encuentra cerca de mínimos históricos, lo que lleva a un crecimiento anual de dos dígitos en los precios de las viviendas.