Durante julio pasado, la economía de México apenas pudo mantenerse a flote gracias a los sectores de la construcción, de comercio mayorista y manufacturero, aunque preocupa la caída en el total de actividades terciarias.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció 0.15% a tasa mensual en el séptimo mes del 2023.
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Dicho aumento representó el menor nivel en los últimos cuatro meses. Por grandes actividades, se contrajeron las primarias (0.22%) y las terciarias (0.08%). Las primarias resienten las afectaciones por las condiciones climáticas, como las sequías.
Las terciarias definen el comportamiento del consumo privado, el cual ha visto la erosión del poder de compra de los hogares debido a la aún elevada inflación y el alto costo financiero.
Al otro extremo, las actividades secundarias mostraron un incremento de 0.45% en julio del presente año.
Los fundamentales del consumo han sido clave para explicar las ganancias a lo largo del año. Destacamos que los salarios siguen al alza, los empleos reanudaron su expansión, los flujos de remesas siguen fortaleciéndose —a pesar de la apreciación del peso— y el crédito al consumo está en niveles saludables. No obstante, las presiones inflacionarias han comenzado a dar señales de advertencia
advierte Banorte.
Mayor gasto federal
Por sector económico, sobresalen las alzas en los algunos pilares de la economía de México, como el comercio al por mayor (2.02%), la construcción (1.96%), transportes, correos y almacenamiento (0.71%) e industrias manufactureras (0.02%).
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Resalta la construcción, cuyo ascenso proviene del gasto en infraestructura del gobierno federal y del impacto del nearshoring en la demanda de espacios industriales, así como la manufactura, que se benefició de la mejora automotriz.
Sin embargo, también sectores clave para la economía de México se contrajeron durante julio pasado, destacando minería (2.61%), servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas (1.57%) y comercio al por menor (0.94%).
Preocupaciones
A tasa anual, la actividad económica del país aumentó 3.5% en el séptimo mes del año en curso, menor a la variación de junio previo, de 4.1%.
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Con lo anterior, la economía mexicana acumuló un incremento de 3.5% en los primeros siete meses del 2023, superando las expectativas del mercado que oscilan alrededor de 3.0%.
En este contexto, una de las preocupaciones de Banorte se enfoca en la industria automotriz por la huelga del United Autoworkers Union en Estados Unidos que está impactado la producción de GM, Ford y Stellantis, cuya conexión con México es importante en producción y compras de autopartes.
Otros retos industriales son:
- La debilidad económica de China que podría impactar a la demanda y oferta de ciertos bienes
- El alza en los precios del petróleo, poniendo renovadas presiones sobre los costos de producción y transporte
- La fortaleza del peso, que ha impactado la competitividad de las exportaciones
- Dudas persistentes sobre el futuro desempeño de la industria estadounidense, que ha mostrado señales de estancamiento a lo largo de todo el año.
El grupo financiero añade que el consumo seguirá resistente debido a las ganancias de los salarios, avances en el empleo y las remesas y la continuación de las transferencias de programas sociales.
Sin embargo, el ritmo de expansión podría ser más modesto contra el primer semestre del 2023, considerando: (1) Mayores riesgos para la inflación, con probables aumentos en el componente no subyacente –tanto en energía como productos agrícolas; y (2) el impacto de la apreciación del peso en el turismo extranjero
concluye Banorte.