A pesar de los altos niveles inflacionarios, el comercio minorista continuó en un proceso de expansión durante mayo pasado, manifestando signos de fortaleza tras los estragos de la pandemia de COVID-19.

De acuerdo con datos desestacionalizados del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los ingresos por suministros de bienes y servicios de los establecimientos al por menor crecieron 4.9% a tasa anual en el quinto mes del 2022.

Este aumento de uno de los principales indicadores del consumo de las familias mexicanas fue el mejor resultado en los últimos tres meses: 3.6% en marzo y 4.3% en abril.

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Los principales factores que incentivaron el comercio minorista fueron el progreso en la vacunación, la baja en contagios y el avance en el empleo.

Sin embargo, siguen latentes riesgos como una recuperación laboral incompleta, menor poder adquisitivo por la alta inflación y la posibilidad de más brotes y obstrucciones en las cadenas de proveeduría.

19 de 22 ramas crecen

Por rama económica del comercio al por menor, 19 de 22 presentaron incrementos anuales en mayo, destacando por sus tasas de doble dígito:

  • Artículos de perfumería y joyería en 16.5%
  • Ropa, bisutería y accesorios de vestir con 16.1%
  • Artículos para la decoración de interiores en 14.2%
  • Tiendas departamentales con 11.4%
  • Mascotas, regalos, artículos religiosos, desechables, artesanías y otros artículos de uso personal, 10.2%
  • Exclusivamente a través de Internet, y catálogos impresos, televisión y similares en 10.1%

Mientras las ramas minoristas que registraron caídas en sus ingresos en el quinto mes del 2022 fueron: motocicletas (0.6%), artículos para el cuidado de la salud (1.3%) y abarrotes y alimentos (6.5%).