Cobro Digital (CoDi), la herramienta de Banco de México (Banxico) para realizar pagos digitales, es una plataforma con la que las autoridades financieras y los bancos quieren seducir a nuevos usuarios, aunque para gran parte de los mexicanos será difícil acceder a ésta, al menos en el corto plazo.

CoDi permite -a quienes tienen una cuenta bancaria- realizar pagos por medio de un código Quick Response (QR) desde un teléfono móvil con conexión a internet. No obstante, esta estrategia deja fuera a los mexicanos que no cumplen con los requisitos para acceder a algún servicio financiero o quienes no cuentan con un smartphone o acceso a internet.

Por el momento no va a haber un movimiento fuerte en la inclusión porque los únicos que pueden usar CoDi son los bancos comerciales y en el corto plazo no van a atender a la base de la pirámide que son los menos bancarizados

dijo Isabel Cruz, directora general de la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social (AMUCSS).

El avance en materia de inclusión financiera en el país ha sido lento. Entre 2015 y 2018 sólo dos millones de personas más accedieron a al menos, un producto financiero, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) más reciente de INEGI y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.

Autoridades apuestan a que ante la facilidad para abrir una cuenta desde un teléfono móvil y la rapidez en las transferencias y los pagos con CoDi, más mexicanos se acercarán a la banca, pero para los especialistas consultados también será relevante que los bancos emprendan acciones para ganar la confianza de los usuarios al eliminar cobros por saldos mínimos o por apertura de cuentas.

En México, 32% de adultos mayores de 18 años no cuenta con ningún servicio financiero, mientras que de los 54 millones de mexicanos con acceso a la banca, sólo 22% utiliza los servicios desde su celular.

La idea (del uso de CoDi) es ambiciosa porque todas las personas van a tener acceso a un banco. Para que sea positiva es necesario que llegue a nuevos clientes

dijo Felipe Carvallo, vicepresidente senior de Credit Officer para Moody’s.

Acceso a telecomunicaciones, la otra barrera

Alejandro Díaz de León, gobernador de Banxico, comentó que la tecnología es una oportunidad para atender los rezagos que existen en el país en materia de inclusión financiera, pero no detalló la estrategia para lograr este objetivo con la implementación de CoDi, con la que también pretenden reducir el uso de efectivo.

Imagínense los beneficios que se tendrían si un teléfono inteligente puede convertirse en una suerte de sucursal bancaria, que es lo que esta plataforma busca hacer

dijo el banquero central durante su participación en 82 Convención Bancaria.

En países como India y China, los pagos con QR permitieron acortar la brecha de la inclusión financiera ya que pueden utilizarse en teléfonos celulares con cámara fotográfica y acceso a internet, es decir, teléfonos inteligentes de gama baja.

Más de la mitad (en México) cuenta con un teléfono inteligente y con ello puede expandir el número de personas que utilizan el sistema bancario de forma rápida

dijo Carvallo de Moody’s.

En México hay 57.69 millones de usuarios de smartphones en zonas urbanizadas, pero en las zonas rurales la cifra se reduce a 10.57 millones, de acuerdo con datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). De los mexicanos mayores a 18 años que tienen un teléfono móvil, el 51% tienen una cuenta en un banco o institución financiera.

No hay complejidad tecnológica grande, una vez que la gente aprenda a usarlo será fácil adaptarse, el problema es que en la mayoría de comunidades rurales no tienen servicios que les permitan tener internet en su celular porque no hay inclusión digital

dijo Isabel Cruz.

Hasta donde se conoce del proyecto, CoDi –que opera a través del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI)– será obligatorio para los bancos comerciales que tengan por lo menos 3,000 cuentas, estén ligadas o no a una tarjeta de débito o crédito.