El cambio climático puede ser el detonante de una crisis financiera y aunque existe incertidumbre sobre cuándo podrá pasar, el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) puso el tema en el centro del debate para que las autoridades no pierdan de vista este fenómeno denominado: Cisne Verde.

Este término fue introducido a inicios de 2020 con el fin de señalar las consecuencias económicas del cambio climático, sin embargo, con la irrupción de la pandemia su discusión quedó a un lado y recientemente reapareció en un contexto en que las actividades presenciales y movilidad retoman su ritmo.

Para el BIS —que dirige Agustín Carstens—  la eventual aparición de un Cisne Verde no será tarea exclusiva de los bancos centrales, pero serán de las principales piezas para hacer frente a una crisis financiera a través de diversas medidas.

Opinión: El graznido del Cisne Verde resuena ante el cambio climático

Además, en la estrategia para suavizar una posible crisis deben estar en coordinación los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y la comunidad internacional.

Todas estas acciones serán complejas de coordinar y podrían tener importantes consecuencias redistributivas que deben manejarse adecuadamente, pero son esenciales para preservar la estabilidad financiera (y de precios) a largo plazo en la era del cambio climático

indica el BIS.

Poco margen de maniobra

De manifestarse un Cisne Verde en estos tiempos, los bancos centrales tendrán poco margen de maniobra, y un ejemplo de ello es el manejo de la tasa de interés, pues actualmente se encuentran en un ciclo alcista para contener la inflación.

Para contextualizar, en la crisis hipotecaria de 2008-2009, los bancos centrales bajaron su tasa de interés para impulsar la actividad económica, escenario que está en el otro extremo de la situación actual con alzas en las tasas.

En septiembre de 2008, la tasa de referencia estaba en 8.25% y tras el inicio de la crisis en septiembre de ese año a finales de 2009, la tasa llegó a 4.50%. Ahora, la tasa está en 6.50% y el mercado espera que al cierre del año se ubique en 8.50%.

Los bancos centrales tienen poco margen de maniobra y podría agudizarse el tema de una crisis financiera; creo que están mal parados en este momento los bancos centrales porque con el COVID se agotaron los cartuchos

dijo en entrevista el economista en jefe de Rankia Latinoamérica, Humberto Calzada Díaz.

En la crisis financiera de hace poco más de una década, la inflación era moderada y por tanto los bancos centrales tenían un margen de maniobra para amortizar el impacto.

Al centro del debate

Para el BIS, conocido por ser el ‘banco de los bancos centrales’, el riesgo existe, pero reconoce que no se tiene certeza de cuándo puede suceder un shock del cambio climático en fenómenos tales como huracanes o incendios que desestabilicen a las empresas y por lo tanto al sistema financiero.

Esto es urgente ya que los riesgos relacionados con el clima continúan aumentando y podrían materializarse resultados negativos como lo que este libro llama eventos del ‘cisne verde’

explicó Carstens.

Janneth Quiroz, subdirectora de análisis económico de Monex, refirió que la nueva advertencia del BIS se retoma ante fenómenos que ya empiezan a manifestarse y cuyos efectos podrán percibirse en el corto plazo, aunque no signifique el preámbulo de una crisis financiera.

Ya lo hemos visto con algunos incendios, sequías, incremento de la temperatura; todo tiene un impacto económico. Los estamos viviendo constantemente, el llamado es para no acostumbrarnos a esto y tomar algunas medidas

dijo Quiroz en entrevista

ASG, un primer avance

De manifestarse un Cisne Verde, más allá de las acciones que pongan en marchas las autoridades, el sector privado e inversionistas han dado un primer paso hacia adelante.

Por ejemplo las inversiones con criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) que en México a partir de este año las Administradoras de fondos para el retiro (Afores) empezaron a realizar.

Quiroz dijo que este tema ha tenido tal relevancia que quizá en algún momento sean consideradas un elemento para determinar los precios de las acciones de las compañías.

Quizá en algún momento se lleguen a considerar para los precios de las acciones de las empresas. Asumir estas externalidades negativas en el que muchas empresas no asumen sería positivo ver avances de estos temas. Lo deseable sería que el mundo se empiece a adaptar a este enfoque

según la subdirectora de análisis económico de Monex

Lo que sigue en el debate

Para continuar con el debate sobre el Cisne Verde, el BIS ofrecerá una conferencia de prensa el 31 de mayo y 1 de junio en la que estarán presentes el gerente general adjunto del BIS, Luiz Pereira da Silva y el director de inversiones responsables de Amundi, Frédéric Samama, dos de los autores del libro.

Patrick Bolton, profesor de negocios en la Universidad de Columbia; Morgan Després, director adjunto del Departamento de Estabilidad Financiera del Banco de Francia, y Romain Svartzman, economista en finanzas sostenibles en el Banco de Francia, son los otros autores del libro ‘Cisne Verde’.