Las remesas enviaron señales de desaliento a los hogares mexicanos durante noviembre pasado, previendo debilidad del consumo al cierre del 2022.
De acuerdo con datos desestacionalizados del Banco de México (Banxico), en el penúltimo mes del año pasado, las remesas sumaron 4,908 millones de dólares, 3.9% menor al monto registrado en octubre previo.
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Monex destacó que por primera vez en los últimos seis meses, el total de envíos hacia nuestro país cayó de los 5,000 millones de dólares que parecían un piso definitivo tras la etapa dorada que vivió el indicador a inicios de este año.
Aunque noviembre suele ser un mes de retroceso, la baja es la más grande para un mes comparable desde la crisis financiera y es más del doble que el promedio de las caídas de los cinco años previos
reportó el grupo financiero.
Añadió que el cambio entre los resultados de octubre, cuando registraron un incremento anual de 11.2%, y noviembre, cuando avanzaron 3.0%, refleja la falta de catalizadores en el pasado reciente y delinea lo retadora de la situación que enfrentará el crecimiento económico en el 2023.
Rezago laboral en EU
La disminución mensual de 3.9% se dio tras dos crecimientos al hilo y responde al rezago que vive el mercado laboral estadounidense, cuya importancia radica en que alrededor de 95% de estos ingresos proviene de la Unión Americana.
Es decir, el estancamiento del empleo en Estados Unidos provocó que los ingresos por remesas en México, importante detonador del consumo privado, cayeran durante noviembre pasado.
Según cifras ajustadas por estacionalidad del Departamento del Trabajo del país vecino del norte, la tasa de desempleo siguió en 3.7% en el periodo de análisis, el tercer nivel más elevado en el 2022 y superior al lapso prepandemia (3.6%).
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El ingreso de remesas en México manifiesta el comportamiento de los connacionales en territorio estadounidense y la competitividad del dólar frente al peso, destacando que fortalecen, mediante el consumo, la demanda interna de México, siendo el sustento de una gran cantidad de hogares.
Además de ser una importante fuente de ingresos para el país, describe Banxico, contribuyen al desarrollo de comunidades al incrementar la capacidad de compra, mejorar las condiciones de educación, propiciar la generación de empleos e incentivar la producción de bienes de consumo, comercio y venta.
Apreciación del peso
Monex detalló que en moneda nacional las señales son más alarmantes (baja de 4.1%), pues a la disminución en el ritmo hay que agregar la apreciación que tuvo el peso en el mes, cuando alcanzó el mínimo del año de 19.03 pesos por dólar, mientras que en noviembre del 2021 llegó a máximos de 21.99.
En promedio, expuso, la apreciación del peso fue de 6.9% entre dichos periodos, lo que resulta en una menor tasa de cambio para las remesas.
Incluso, la conjunción de estos factores advierte de complicaciones para el consumo en el mediano plazo.
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Tasa de ahorro, a la baja
El grupo financiero señaló que el detonante del inusitado crecimiento de las remesas entre los años 2020 y 2022 fue el aumento de la liquidez en los hogares estadounidenses.
Las diversas transferencias tuvieron un impacto significativo en los ingresos, pero sobre todo en las tasas de ahorro, que llegaron a tocar un máximo histórico de casi 34.0%, cuando el promedio de los cinco años previos a la pandemia era más cercano a 7.5%
indica Monex.
Este excedente, explicó, alimentó envíos generosos de recursos hacia México en los meses pasados, pero como las autoridades han cerrado la llave del gasto el escenario es diferente y los ahorros se ubican en niveles bajos (2.4% del ingreso disponible a noviembre).
Monex añadió que la saturación de las rutas migratorias por los mayores flujos desde Venezuela y Cuba y la rápida recuperación del mercado laboral mexicano, disminuyen la probabilidad de un aumento significativo en la migración mexicana para los próximos meses, lo que sería un elemento necesario para que las remesas mantuvieran un avance vigoroso.
