Alrededor de 4.8 millones de mexicanas están disponibles para incorporarse al mercado laboral, sin embargo, se enfrentan a diversas barreras que desalientan la búsqueda de un trabajo, lo que termina por afectar el crecimiento económico y desarrollo del país.

La crisis por la pandemia acentuó más este problema, dado que en el primer trimestre del 2020 se registraba a 3.8 millones de mujeres con posibilidades de trabajar y en el segundo trimestre se elevó a 9.6 millones, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Las barreras son múltiples: bajos salarios, falta de acceso a insumos productivos, discriminación hacia las mujeres para hacer ciertos trabajos, normas sociales sobre el papel de la mujer, bajas expectativas para construir una carrera

indicaron Guillermina Rodríguez y Myriam Rubalcava, subdirectoras de análisis económico de Citibanamex en un estudio. 

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En su análisis ‘Situación actual de las mujeres en México y el limitado papel de las políticas públicas para alcanzar la igualdad de género’, tomaron como referencia los datos al cuarto trimestre del año pasado, en el que había 4.6 millones de mexicanas disponibles para trabajar, es decir, 200,000 menos a las reportadas en febrero de este año.

Ingresos inferiores en 20% respecto a hombres

Además de las barreras para incorporarse al mercado laboral, aquellas que ya están en un empleo perciben menores ingresos en comparación a los hombres.

Hasta el cuarto trimestre del año pasado, los ingresos laborales de las mujeres ocupadas fueron 20% inferiores respecto al de los hombres, de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

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De las actividades que impide a las mujeres su incorporación al mercado laboral es el cuidado de integrantes del hogar, que además se da en un entorno de pobreza elevada, revela el estudio.

En este sentido, la población que dedica más de cuatro horas diarias al cuidado del hogar sumó 7.3 millones en 2020 y 6.2 millones fueron mujeres, de las cuales el 50.2% están en situación de pobreza, por encima del 39.8% de los hombres.

Estas cifras muestran la fragilidad económica de este segmento de mujeres, la cual en muchos casos se extiende a las personas a su cuidado, constituidas por población infantil, adulta mayor, con enfermedad o discapacidad

indica el estudio.

Leyes, el primer paso

A pesar de que se han implementado medidas para reducir la brecha entre hombres y mujeres, la creación de leyes son el primer paso para mejorar la situación del mercado laboral de por lo menos 4.8 millones de mexicanas.

Si bien hay avances en mayor apertura para las mujeres, solo se observa en mayor medida en la actividad política, que en primera instancia requerían 30% de candidatas femeninas, porcentaje que ha ido aumentando hasta el 50% actual.

No obstante, hay pendientes en otros rubros, por lo que se requiere crear leyes que atiendan las opciones de cuidado familiar, por ejemplo, en la maternidad o bien dar incentivos fiscales para la creación de centros privados de cuidado infantil, según la nota de análisis.

La mayor incorporación de la mujer al mercado laboral traería consigo beneficios para el país: crecimiento económico, disminución de la pobreza y mayor empoderamiento de las mujeres lo que contribuiría a disminuir la violencia de género

indica el estudio de Citibanamex.